El recién ordenado obispo de la Diócesis de Villavicencio, William Prieto Daza, ha desmentido las graves acusaciones en su contra que lo acusan de haber protegido a 38 sacerdotes implicados en casos de pederastia.
En sus primeras declaraciones públicas, Prieto Daza se refirió a las acusaciones como parte de una «narrativa mentirosa», y subrayó que las denuncias en su contra no se basan en hechos reales, sino en interpretaciones y tergiversaciones de la situación.
Prieto Daza, quien fue consagrado obispo el 24 de septiembre de 2024, se enfrenta a un complicado escenario tras su nombramiento, ya que algunos sectores eclesiásticos y defensores de los derechos de las víctimas han cuestionado la decisión de la Iglesia Católica de designarlo en una posición de tal responsabilidad. Según estas críticas, el nuevo obispo habría encubierto a decenas de sacerdotes involucrados en delitos de abuso sexual durante su tiempo como vicario general de la Diócesis de Villavicencio. Las denuncias mencionan a 38 sacerdotes, lo que ha generado una fuerte controversia en el país.
Sin embargo, Prieto Daza ha sido enfático en su defensa. Durante una entrevista concedida el 4 de octubre de 2024, afirmó que «no hay pruebas concretas» que lo incriminen, y que «todo está en manos de la justicia». Según él, lo que existe es una campaña de desprestigio basada en especulaciones. «Hay una narrativa completamente alejada de la verdad», aseguró, destacando que no tiene conocimiento de irregularidades cometidas por los sacerdotes bajo su jurisdicción anterior.
Por su parte, las víctimas de abuso sexual en la Iglesia colombiana han expresado su preocupación ante la posibilidad de que el nombramiento de Prieto Daza como obispo pueda obstaculizar el avance de las investigaciones y los procesos judiciales contra los sacerdotes involucrados en los casos de abuso. En este sentido, algunos defensores de derechos humanos han solicitado a las autoridades eclesiásticas una revisión de la designación y han pedido que se garantice justicia para las víctimas.
Este caso se suma a la creciente ola de denuncias de abuso sexual en la Iglesia Católica, no solo en Colombia, sino en varios países de Hispanoamérica donde tanto la justicia civil como las comisiones internas de la Iglesia están investigando los casos de pederastia que involucran a miembros del clero.
Hasta el momento, ni la Diócesis de Villavicencio ni otras autoridades eclesiásticas en Colombia se han pronunciado oficialmente sobre las acusaciones contra Prieto Daza.