A pesar de que existe obligación de pronunciar la homilía el domingo, el Papa Francisco dejó a los 25.000 fieles (según los medios vaticanos) sin homilía.
Durante estas últimas semanas, el Papa Francisco ha declinado en numerosas ocasiones leer discursos en público, cediendo este encargo a algún sacerdote. En la Misa del Domingo de Ramos desde la plaza de san Pedro, el Papa Francisco declinó incluso que algún otro sacerdote leyera la homilía.
Se trata de un hecho insólito y que pilló incluso por sorpresa a los propios trabajadores de Vatican News, que tras la lectura del Evangelio anunciaban que a continuación el Santo Padre pronunciaría la homilía. En su lugar, el Papa dejó varios minutos de silencio para la meditación personal sobre las palabras escuchadas de la pasión de San Marcos. Por el momento, la Santa Sede no ha aclarado a qué se debe esta decisión del Papa.
El punto 767 del Código de Derecho Canónico establece que «entre las formas de predicación destaca la homilía, que es parte de la misma liturgia y está reservada al sacerdote o al diácono; a lo largo del año litúrgico, expónganse en ella, partiendo del texto sagrado, los misterios de la fe y las normas de vida cristiana». Acto seguido, se lee en el Código de Derecho Canónico que «en todas las Misas de los domingos y fiestas de precepto que se celebran con concurso del pueblo, debe haber homilía, y no se puede omitir sin causa grave«.
Lo cierto es que los fieles que acudieron a la Misa de Ramos en san Pedro se quedaron sin homilía, ni del Papa ni pronunciada por otro sacerdote como viene siendo habitual en las últimas audiencias de los miércoles. Queda por ver si el Vaticano va a aclarar a qué se debe esa «causa grave» por la que no hubo homilía.
El Papa Francisco presidió la Misa cuyo celebrante principal fue el cardenal Claudio Gugerotti, prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales.
Condena del atentado en Moscú
Al final de la celebración, directamente desde el parvis de la Basílica, Francisco pronunció el Ángelus, antes de impartir su bendición y hacer un amplio recorrido en su Papamóvil para saludar a los fieles y peregrinos que le aclamaban en la plaza.
«Expreso mi cercanía a la Comunidad de San José de Apartadó en Colombia, donde hace unos días fueron asesinados una joven y un niño. Esta Comunidad en 2018 fue premiada como ejemplo de compromiso con la economía solidaria, la paz y los derechos humanos», dijo el Santo Padre
Además, el Papa aseguró sus oraciones por las víctimas «del cobarde atentado terrorista perpetrado la pasada noche en Moscú». «Que el Señor las acoja en su paz y consuele a sus familias. Que convierta los corazones de quienes planean, organizan y llevan a cabo estas acciones inhumanas, que ofenden a Dios, que ordenó: «No matarás» (Ex 20,13)», agregó el Pontífice.
El Papa volvió a pedir oraciones «por todos nuestros hermanos y hermanas que sufren a causa de la guerra; de modo especial pienso en la atormentada Ucrania, donde tantas personas se encuentran sin electricidad a causa de los intensos ataques contra las infraestructuras, que, además de causar muerte y sufrimiento, conllevan el riesgo de una catástrofe humanitaria aún mayor. Por favor, no olvidemos a la martirizada Ucrania y pensemos en Gaza, que tanto está sufriendo, y en tantos otros lugares de guerra».