El Foro de Hombres Católicos, confederación alemana de asociaciones católicas centradas en la pastoral masculina, rechaza claramente las duras críticas del Papa Francisco a una supuesta «ideología de género».
El Foro de Hombres Católicos ha emitido un comunicado en el que critica el recelo del Papa hacia visiones de género que superan el marco binario de hombres y mujeres. «La existencia de personas con diferentes preferencias de género es más bien un hecho, incluso dentro del espectro masculino. Además de los dos géneros binarios de hombre y mujer, existen muchas otras variantes entre y fuera de estos dos polos», señala el comunicado.
La semana pasada, el Papa describió la “ideología de género” como el “peligro más terrible” hoy en día, que “borra las diferencias y hace que todo sea igual”.
Entre los miembros de la FkM hay homosexuales, bisexuales, asexuales, no binarios, intersexuales, transexuales o de género fluido: «Poner a estas personas específicas bajo el ‘peligro más terrible’ de la ‘ideología de género’ contradice una visión cristiana de la humanidad, la la igualdad y la misma dignidad de todas las personas, que es lo que representa el trabajo de los hombres católicos en Alemania». La asociación está abierta a todas las personas que se sientan pertenecientes al espectro masculino, independientemente del estándar de claridad exigido por el Papa. El trabajo de los hombres católicos ayuda a «hacer visible, aceptar y promover la diversidad de las masculinidades, en lugar de mezclar presuposiciones pseudonaturales con normas sociales de una imagen obsoleta de los hombres (y de las mujeres)», como sugirió el Papa en su declaración.
El foro señala que las personas que no se identifican claramente con el espectro de género binario corren mayor riesgo de sufrir agresiones: «Existe el riesgo de que se produzcan campañas de desprestigio por parte de partidos políticos populistas y movimientos contra personas queer». Los hombres esperan que el Papa brinde apoyo en la lucha contra la discriminación de las minorías y de los grupos particularmente vulnerables.
«Las condenas generales y el lenguaje insensible colocan a las personas al margen del trabajo de la Iglesia y de la pastoral. Debemos oponernos a esto. Porque es precisamente en la apreciación de las diferencias que vemos reconocida y asegurada la humanidad y también la catolicidad de la Iglesia.» continuó la declaración.