A medio siglo del golpe que elevó al poder en Chile al general Augusto Pinochet reaparece una entrevista concedida en 2004 por el difunto cardenal Fresno Larraín, en su día arzobispo de Santiago, en la que asegura que Pablo VI tenía ya redactada la excomunión del dictador.
El difunto cardenal chileno Juan Francisco Fresno Larraín, arzobispo de Santiago cuando el golpe de Estado, fue protagonista en el diálogo entre el régimen de Augusto Pinochet y la oposición que desembocó en la transición a un régimen democrático y relató cómo Pablo VI estuvo a punto de firmar el acta de excomunión de Pinochet.
El diario El Mercurio publicó una de las entrevistas concedidas en 2000 a la historiadora Patricia Arancibia Clavel de la Universidad Finis Terrae de Santiago, que había permanecido secreta hasta entonces por voluntad del propio cardenal.
En ella contó que se encontraba en Roma cuando ocurrió el golpe del 11 de septiembre contra el presidente Salvador Allende y que el papa lo mandó llamar. Señaló que el papa «tenía un sentido político bastante fuerte y veía con horror que se pudiera cortar drásticamente toda vía democrática [en Chile] con un golpe de los militares».
«Voy a hacer ahora, enseguida, un acta de excomunión a los militares que se han metido en esto. Esto no puede ser […]. El caso de Chile va a tener una influencia inmensa en las otras democracias de América», dijo el pontífice, según recordó Fresno.
El prelado añadió que él se opuso tajantemente a que Paulo VI excomulgara a los militares golpistas, y que le insistió para que aguardara noticias desde la Nunciatura en Chile. Como argumento, Fresno le indicó que había muchos católicos entre los militares y que las excomuniones serían «una ofensa a Chile». «Me parecía que no se obraba con justicia al hacer una cosa así», relató el sacerdote.