La Iglesia católica no puede reclamar el edificio cedido al Ayuntamiento salvo que se impida el uso religioso de la cripta.
El alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, ha anunciado esta mañana que el próximo 16 de noviembre se exhumarán los cuerpos de los generales Emilio Mola y José Sanjurjo. Asirón ha asegurado que se han dado todos los pasos con la mayor discreción, sin duda con el objetivo de evitar que se tomasen las medidas legales que pudieran impedir la retirada.
Los restos de estos generales se encuentran en el Monumento a los Caídos de Pamplona, cedido por la Iglesia católica al Ayuntamiento de Pamplona. El motivo de la cesión, según explican desde el Arzobispado de Pamplona, fue que la diócesis no podía hacerse cargo del coste del mantenimiento del edificio.
El Monumento a los Caídos fue cedido con la condición de que el Ayuntamiento de Pamplona respetase el uso religioso de la cripta. La Iglesia podría reclamar al consistorio el edificio en el caso de incumplir este punto, pero no por otros motivos como la exhumación de los cuerpos de los dos generales.
El arzobispo de Pamplona tiene, por tanto, las manos atadas a la hora de impedir la exhumación, según han explicado fuentes del Arzobispado a este portal. El prelado tampoco pudo impedir que tuviera lugar en este edificio la exposición blasfema de Abel Azcona que profanó hostias consagradas para formar la palabra pederastia.