Planned Parenthood reconoce la venta de órganos humanos

Planned Parenthood reconoce la venta de órganos humanos

La presidenta de la multinacional abortista promete que se acabarán los «reembolsos» por la donación de las partes de los fetos abortados.  Cecile Richards, presidenta del gigante del aborto Planned Parenthood, ha hecho numerosas intervenciones durante los últimos meses en las principales cadenas de televisión estadounidenses y en periódicos tan relevantes como The Washington Post. El objetivo: limpiar la imagen de la multinacional abortista, acusada de traficar con órganos humanos. Tras el escándalo por la publicación de diez vídeos grabados con cámara oculta que muestran a directivos de Planned Parenthood confesando sin escrúpulos la venta de los órganos de los fetos abortados y descuartizados en sus clínicas a empresas de investigación científica, Cecile Richards ha tenido que dar la cara en numerosas ocasiones en defensa de la organización que dirige. Si en un inicio la política de Planned Parenthood fue negar rotundamente el tráfico de órganos y acusar a los creadores de los vídeos de haberlos manipulado, la reciente investigación abierta por el Congreso estadounidense a la multinacional abortista y la demostración científica de que las grabaciones no han sido editadas, han hecho rectificar a Cecile Richards en su defensa. Ahora, la presidenta de Planned Parenthood e íntima amiga de Hillary Clinton, ha anunciado que la organización dejará de cobrar “reembolsos” a las empresas de investigación científica por los órganos y tejidos de los niños no nacidos, en un intento por tranquilizar a la opinión pública y a la comisión de investigación del Congreso estadounidense. Sin embargo, para los grupos pro-vida estadounidenses estas declaraciones son, ante todo, un reconocimiento implícito del negocio del tráfico de órganos humanos con el que Planned Parenthood y sus directivos han estado lucrándose desde hace años. «Suba un poco el precio del riñón, que quiero comprarme un Lamborghini», decía una de las directivas de la multinacional abortista grabada con cámara oculta. Desde mediados de julio de este año, la asociación Centro para el Progreso Médico ha difundido diez vídeos en los que se demuestra el tráfico de órganos llevado a cabo en las clínicas del gigante del aborto Planned Parenthood, que cobra entre 35 y 100 dólares por cada órgano de los fetos abortados. Planned Parenthood se ha defendido de las acusaciones de traficar con órganos argumentando que no vende las partes de los bebés no nacidos sino que las dona, y que el dinero que recibe de las empresas de investigación científica por estos órganos y tejidos constituye un “reembolso”.  

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