A mí me importan poquísimo la monja Caram, Pedrerol, Messi, Montoro… Vamos, que si no existieran mi vida seguiría exactamente igual y en algunos casos mejor.
Entiendo perfectamente que un sacerdote o religioso se distraiga con el fútbol. Ya en una monja teóricamente de clausura me parece más extraño. Y ya que se erija en comentarista del deporte rey y en tono belicoso pues, qué quieren que les diga.
Yo no soy muy futbolero aunque simpatice con el Atlético de Madrid. Si el San Lorenzo es el equipo del Papa me trae sin cuidado que gane, pierda o desaparezca. Si en algunas cosas me cuesta trabajo seguir al Papa ya en lo del fútbol es que ni se me ocurre. En lo de ahora me gustaría que ganara Portugal pero es muy posible que ni vea el partido.
La monja argentina y catalanista tiene otras disipaciones. Más, Messi… Todo muy propio de una monja teóricamente de clausura.