Según ha podido saber InfoVaticana, la diócesis de Barbastro-Monzón y el Opus Dei han alcanzado un principio de acuerdo que pone fin, al menos por ahora, al prolongado desencuentro por la titularidad y gestión del santuario mariano de Torreciudad.
Nombramiento del rector: fórmula de equilibrio
Uno de los puntos más sensibles del conflicto —el nombramiento del rector del santuario— parece haber encontrado una vía intermedia. Según los términos del acuerdo, el obispo de Barbastro conservará la potestad de designar al rector, pero deberá hacerlo eligiendo a uno de los nombres presentados en una terna propuesta por la Prelatura del Opus Dei.
Este mecanismo, inspirado en fórmulas mixtas ya existentes en otros contextos eclesiales, busca respetar la autoridad episcopal sin prescindir del papel histórico y operativo del Opus Dei en el santuario fundado por san Josemaría Escrivá.
Gesto simbólico: la Virgen vuelve a la ermita
Otro punto relevante del principio de acuerdo incluye una dimensión litúrgica y simbólica: un par de veces al año, la imagen de la Virgen de Torreciudad será llevada en procesión hasta la antigua ermita, situada a unos cientos de metros del actual santuario.
Este gesto busca reconectar con la devoción popular originaria del lugar, anterior a la monumental construcción promovida por el Opus Dei, y podría leerse también como un gesto de integración con el entorno diocesano.
Compromiso económico
En paralelo a los aspectos pastorales y jurídicos, también se habría alcanzado un entendimiento en materia económica: el Opus Dei aumentará sustancialmente la cantidad que destina al sostenimiento de la diócesis, una medida que podría contribuir a calmar tensiones acumuladas en los últimos años y a compensar, en parte, el peso pastoral y financiero que supone la gestión del santuario.
¿Fin de la batalla?
Este principio de acuerdo no cierra necesariamente todos los frentes abiertos —quedan por definirse aspectos jurídicos precisos y plazos de aplicación—, pero supone un giro significativo en una disputa que había escalado hasta el punto de amenazar con consecuencias canónicas y legales.
En las últimas semanas, se habían intensificado los contactos discretos entre representantes de la diócesis y de la Prelatura, bajo la mirada atenta de Roma, que deseaba evitar una confrontación pública entre una sede episcopal y una institución erigida como prelatura personal.
Seguiremos informando conforme se confirmen oficialmente los detalles o se publique algún comunicado conjunto.