El Tribunal Vaticano ha dictado sentencia en el caso sobre la gestión financiera del Coro de la Capilla Musical Pontificia, poniendo fin a un proceso que comenzó en mayo de 2023.
Este pasado martes 10 de diciembre de 2024, el tribunal presidido por Giuseppe Pignatone condenó al exdirector monseñor Massimo Palombella, al antiguo director financiero Michelangelo Nardella y a su esposa Simona Rossi por delitos relacionados con la administración de fondos.
El exdirector del coro, monseñor Massimo Palombella, fue condenado a 3 años y 2 meses de prisión, una multa de 9.000 euros y la inhabilitación para ejercer cargos públicos durante el mismo periodo que la pena de prisión. Michelangelo Nardella, exdirector financiero, recibió una condena de 4 años y 8 meses de prisión, una multa de 7.000 euros e inhabilitación perpetua para cargos públicos. Por su parte, Simona Rossi, esposa de Nardella, fue sentenciada a 2 años de prisión, una multa de 5.000 euros y también inhabilitación perpetua.
Cargos y pérdidas económicas
Los delitos principales incluyen malversación, lavado de dinero y fraude, junto con abuso continuado de funciones. Palombella y Nardella fueron condenados por organizar conciertos en beneficio de grandes empresas italianas, vulnerando la finalidad original del coro.
Además, se impuso a Nardella la pérdida de 123.646,21 euros, mientras que él y Palombella, de forma conjunta, deberán devolver 127.000 euros más intereses. Asimismo, Nardella y su esposa Simona Rossi deberán reembolsar 29.699,02 euros solidariamente. Los tres acusados fueron condenados a asumir las costas judiciales, aunque algunos cargos fueron desestimados por falta de pruebas.
Origen de la investigación
El proceso tuvo su origen en 2018, cuando el Papa Francisco autorizó una investigación sobre los aspectos económico-administrativos del coro, después de recibir quejas de los padres de los «Pueri Cantores». Estas denuncias apuntaban a que la participación en actos públicos no respetaba la misión original del coro, fundado en 1471 como «Colegio de los Capellanes Cantores».
La investigación reveló una gestión desordenada y conductas inapropiadas, lo que llevó al Papa a transferir la administración económica de la Capilla Musical a la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias en 2019, bajo la dirección de monseñor Guido Pozzo.
Desarrollo del juicio
El juicio, iniciado en mayo de 2023, estuvo marcado por la disputa entre los abogados defensores y la Oficina del Promotor de Justicia. Mientras los defensores alegaban nulidad en las pruebas, el Promotor de Justicia solicitó su validez. Durante las audiencias, monseñor Georg Gänswein, testigo clave, describió irregularidades en la gestión del coro, aunque afirmó no haber detectado personalmente faltas administrativas o financieras. Sin embargo, confirmó sospechas sobre la falta de transparencia de los responsables.
Con esta sentencia de primer grado, el Tribunal Vaticano concluye un caso que ha puesto de manifiesto graves irregularidades en una institución histórica, cuya misión original ha quedado empañada por los delitos de sus antiguos dirigentes.