El Sínodo de los olvidados: las voces que no aguarán la fiesta de la irrelevancia

El Sínodo de los olvidados: las voces que no aguarán la fiesta de la irrelevancia

El Sínodo sobre la sinodalidad se presenta como el gran evento de la escucha, el diálogo y la inclusión en la Iglesia. Sin embargo, mientras muchos participan en estos debates, hay una multitud de voces importantes que, por una razón u otra, no han recibido su invitación a la fiesta.

Desde cardenales y sacerdotes hasta laicos comprometidos, estas figuras y grupos representan a miles de fieles cuyas preocupaciones han sido ignoradas. Aquí te presentamos a los grandes olvidados del Sínodo, quienes bien podrían tener su propia mesa de diálogo… si alguien les hubiera reservado un hueco.

1. Los cardenales de los «dubia»:

Cuatro cardenales presentaron sus «dubia» para clarificar aspectos de la doctrina que habían quedado confusas en Amoris Laetitia, pero ni recibieron respuesta ni fueron recibidos por el Papa. Caffarra y Meisner murieron esperando un gesto de misericordia del Papa.

2. Los Franciscanos de la Inmaculada:

Este instituto religioso fue intervenido en circunstancias polémicas, y muchos de sus miembros sienten que han sido apartados injustamente. Su defensa de la Misa Tradicional y su devoción mariana los convierte en un grupo a eliminar por los buenos nuevos aires.

3. Los curas de la diócesis de Livieres:

Los sacerdotes formados bajo la dirección del obispo Livieres en Paraguay siguen siendo ignorados tras su destitución. Su lealtad a la enseñanza tradicional y su firmeza doctrinal no han encontrado espacio en el diálogo sinodal, y muchos de ellos han tenido que emigrar.

4. Las víctimas de Zanchetta:

Las víctimas del obispo Zanchetta siguen esperando justicia. En un Sínodo que habla de misericordia e inclusión, estas personas siguen sin obtener respuestas claras ni acciones contundentes, solo complicidad con el agresor por parte de Roma.

5. Los amantes de la liturgia bien celebrada:

La insistencia de grupos «tradis» en una liturgia sagrada y su rechazo a la superficialidad los ha dejado fuera del cariño paternal del Pontífice argentino. Se ve que hay espacio para el rito amazónico pero no para el tradicional. La Misa en latín ha sido una piedra angular para muchos católicos devotos de la tradición. Sin embargo, este Sínodo ha dejado de lado sus preocupaciones en un intento de abrir espacio para sensibilidades más modernas.

7. Los de sombrero de saturno:

Un grupo anecdótico pero simbólico, los católicos que mantienen la tradición externa como reflejo de su fe interior son marginados. La devoción por lo sagrado en lo pequeño y externo no parece tener lugar en la Iglesia sinodal.

8. El profesor de Gaztelueta:

Numerario del Opus Dei, el profesor de Gaztelueta está siendo objeto de lawfare por el Vaticano por orden expresa del Papa Francisco, quien se niega a escucharle.

9. Las víctimas de McCarrick:

A pesar de los esfuerzos por cerrar el caso McCarrick, las víctimas continúan pidiendo mayor claridad y justicia. La falta de transparencia en la gestión de este escándalo sigue siendo una herida abierta que no ha sido abordada en el Sínodo.

11. Vallejo Balda:

El sacerdote español, que fue encarcelado por el Vaticano en un caso rodeado de intrigas, es otra de las voces que podrían tener mucho que decir en este proceso sinodal. Su experiencia señala la falta de transparencia y las luchas internas en la Curia, aspectos que continúan sin ser abordados por un Papa que prometió mucho sobre este asunto.

Proponemos un Sínodo de los olvidados, para la próxima convocatoria de la asamblea sinodal. Estamos seguros que, al menos, tendría más eco mediático que la fiesta de la irrelevancia.

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