Cuando el arzobispo de Lima defendía que «nadie se convierte en el sagrario»

Cuando el arzobispo de Lima defendía que «nadie se convierte en el sagrario»

Por las redes sociales vuelve a correr como la pólvora una controvertida intervención de Carlos Castillo Mattasoglio, arzobispo de Lima y uno de los futuros cardenales.

El Papa ‘regala’ a la Iglesia la ‘joya’ de este arzobispo conocido en todo Perú por sus postulados izquierdistas y por ser uno de los mayores defensores de la teología de la liberación.

«Nadie se convierte con el sagrario», dijo el cardenal electo en al año 2020 en la Asamblea Sinodal de Lima para después añadir que «todos nos convertimos a través del encuentro entre personas que nos interpelan y que son dramas humanos en donde surge la posibilidad de encontrar al Señor. Es en las relaciones humanas donde está escondido el Señor».

En esa sesión, el Arzobispo Primado del Perú, Carlos Castillo Mattasoglio, afirmó que ser soldado de Cristo es una imagen “obsoleta” para la Confirmación. “Esa manera de entender la Iglesia, como una cruzada, se traduce en esa imagen que, por favor, para la Confirmación ya es obsoleta, soldados de Cristo”, dijo el Arzobispo de Lima.

El neocardenal peruano  aseguró que “todos estamos llamados a acoger este cristianismo centinela, como el centinela de la aurora. No un cristianismo, por favor, de soldados de Cristo”.

Castillo recitó luego la letra de un canto que le marcó cuando era niño: “Yo me acuerdo, como estoy en mi colegio, aquí cantábamos de chiquitos, yo era cruzado eucarístico misional: Somos de Cristo fieles cruzados / A Cristo Rey hemos de servir / Ante la hostia todos postrados / Luchar juramos hasta morir / Bendice a tus Cruzados / Jesús Rey celestial / Guerra a Satán, odio al pecado / ¡Viva Jesús nuestro general! Todavía me la acuerdo”.

El Arzobispo de Lima dijo que, en todo caso, se podría aceptar la imagen de “soldados de Cristo” si «viene de soldadura, porque estamos soldados, en soldadura con Jesús, uno solo. Pero soldados para ir a meterle la lanza a todos esos musulmanes que están queriendo hacer la guerra mundial, mucho cuidado”.

“El mundo no está para enfrentarlo con armas, ni con odios ni con peleas, sino para dialogar y escoger lo mejor que hay en el mundo así nos cueste la vida”, concluyó.

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