El Dicasterio del Clero nombró a principios de julio dos asistentes apostólicos para apoyar en el gobierno de la Comunidad San Martín para que implementen varias reformas. En particular, deberán arrojar luz sobre las acciones del fundador, el padre Jean-François Guérin, acusado de abusos.
El diario francés Famille Chretienne ha entrevistado tanto a los dos asistentes apostólicos, François-Marie Humann y el obispo Matthieu Dupont y al actual superior de la Comunidad, Paul Préaux.
Actualmente, la Comunidad San Martín es una asociación de diáconos y sacerdotes al servicio de las diócesis. La comunidad forma a los sacerdotes según un modelo sencillo: intensa vida comunitaria, amor de la Iglesia y de la liturgia, estudios exigentes, movilidad y buen humor.
Sus sacerdotes son enviados a las misiones en grupos de al menos tres personas, los sacerdotes y diáconos rezan, viven y trabajan juntos en fraternidad espiritual y pastoral. Esta comunidad, ha encontrado buena acogida entre muchos jóvenes franceses que han decidido ingresar en sus seminarios. En este año 2024, es el movimiento que más sacerdotes ha ordenado en toda Francia.
Visita apostólica solicitada por el superior de la Comunidad
En la entrevista con Famille Chretienne, el superior de la Comunidad, Paul Préaux, confiesa que fue él quien pidió hasta en dos ocasiones al Dicasterio del Clero una visita apostólica. En 2022 recibió una carta de Roma confirmando que se realizaría una visita encabezada por Mons. Benoît Bertrand, acompañado de otros tres visitantes.
El obispo Benoît Bertrand expone que tal visita apostólica se desarrolló de julio de 2022 a enero de 2023. El prelado destaca la buena acogida que tuvieron por parte de los miembros de esta Institución. Tras la visita, enviaron un informe de 1.300 páginas. Más de un año después desde el envió de ese informe a Roma, el Dicasterio ha decidido nombrar dos asistentes apostólicos.
Este prelado destaca que durante la investigación descubrieron ciertas conductas impropias de Jean-François Guérin, sacerdote fundador de este movimiento. El obispo asegura haber recibido testimonios de ex miembros de la organización que acusan al fundador de delitos de carácter sexual.
Expediente contra el fundador acusado de abusos por exmiembros
El actual responsable de la Comunidad de San Martín, Paul Préaux, confiesa que la Santa Sede le informó de la existencia de un expediente relativo a su fundador. «En los últimos días, los asistentes apostólicos nos han informado sobre la materialidad de los hechos denunciados y su gravedad», relata Paul Préaux.
El propio líder de la Comunidad de San Martín manifiesta que el fundador «tenía un temperamento fuerte y quería ser respetado en su condición de fundador, pero era consciente de sus debilidades humanas hasta el punto de pedir disculpas por ellas delante de todos nosotros. Considerando este personaje y sabiendo que algunos hermanos lo habían padecido, ninguno de nosotros tuvo el deseo de ponerlo en un pedestal».
Reformas en la Comunidad de San Martín supervisabas por los asistentes del Vaticano
Ahora, por mandato del Vaticano, deberán tomar medidas rigurosas para poder escuchar a las personas que aún no han podido expresarse o que no han podido decir completamente lo que querían. También deberán prestar especial atención a los candidatos que acogen en sus seminarios. «Lo que se desprende del informe de la visita es a veces la demasiada rapidez con la que un joven puede ser aceptado y entrar en Saint-Martin», confiesa François-Marie Humann uno de los investigadores enviados por Roma.
Sobre el papel que jugaran estos dos ‘asistentes’ dentro de la Comunidad, aseguran que no tratarán de monitorizar el gobierno de la Comunidad sino que están para ayudarles y apoyar el crecimiento de la Comunidad de San Martín. «Los asistentes son, en cierto modo, una “rama local” del Dicasterio. Algunas cuestiones, en lugar de ser enviadas a Roma con grandes retrasos, pueden planteárselas directamente a nosotros», explica el obispo Matthieu Dupont.
Paul Préaux, líder de la Comunidad de San Martín, asegura en la entrevista con el citado medio francés que «los miembros del consejo acogieron con satisfacción el nombramiento de los asistentes apostólicos como respuesta al deseo expresado por la comunidad de ser acompañados» aunque confiesa que «estaban muy entristecidos por los hechos que se le imputaban a su fundador y el sufrimiento que les causaba».