La archidiócesis mexicana de Guadalajara cede a la presión del lobby trans y emite un nuevo certificado de bautismo para un ‘drag queen’ mientras la hoja diocesana publica artículos promoviendo la ideología feminista, la inseminación artificial y el derecho al aborto.
El ‘camino sinodal’ está demostrando no ser un caso aislado, sino síntoma de una enfermedad mucho más extendida entre la jerarquía universal de la Iglesia. Un caso paradigmático y preocupante es el de la archidiócesis de Guadalajara en México, donde el avance la ideología antifamilia es evidente.
Allí ha recibido un ‘drag queen’ un nuevo certificado de bautismo que afirma su identidad femenina, con la aprobación de un funcionario de la arquidiócesis católica de la ciudad. Semanas después aparecieron en portada dos artículos que afirmaban la ideología “transgénero” en el periódico diocesano.
Tras las protestas de los sacerdotes y laicos católicos, las autoridades archidiocesanas retiraron el certificado de bautismo y los artículos, pero en los últimos años, el periódico de la archidiócesis, Semanario, también ha publicado artículos que parecen promover la ideología feminista, la inseminación artificial e incluso un punto de vista ambiguo sobre el aborto provocado. El cardenal arzobispo de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, ha respaldado públicamente el reconocimiento legal de las uniones homosexuales en los últimos años, contradiciendo el decreto del Vaticano de 2003 sobre el tema. Guadalajara tiene fama de albergar el mayor número de seminaristas católicos del hemisferio occidental.
La controversia ha estallado en el contexto de un movimiento LGBT cada vez más poderoso en México que ha obtenido una legislación que permite a las personas “transgénero” cambiar sus certificados de nacimiento para reflejar su “identidad de género” declarada. Los líderes pro familia en México ahora están siendo demandados con éxito por “violencia política” por referirse a las “mujeres” transgénero de acuerdo con su verdadero sexo biológico.