«Afronto este encargo con sentimiento de gratitud, responsabilidad y colaboración, que será dedicación, servicio y trabajo», dijo en la rueda de prensa de su presentación ante los medios el nuevo secretario general de los obispos españoles.
García Magán dijo que se inicia «una etapa de aprendizaje día a día con todos los colaboradores de la casa que espero que me enseñen. Vengo a escuchar, aprender y a aportar mi pequeño grano de colaboración».
Sobre su vida, el nuevo secretario general detalló que es sacerdote de la archidiócesis de Toledo desde hace 36 años, y que acaba de cumplir 66 años. Sus primeros años estuvo en una parroquia periférica, luego fue a Roma a estudiar durante 16 años donde trabajó en la Secretaría de Estado del Vaticano y en distintas nunciaturas.
Regresó a la diócesis cuando estaba Cañizares. Actualmente, compaginaba sus cargos con la docencia, entre otros sitios, en San Dámaso.
El obispo auxiliar de Toledo recordó que «infalible solo es Dios y el Papa algunas veces, los demás somos todos falibles». Además, quiso pedir ya disculpas anticipadas por los errores que se pueda cometer.
En cuanto a la relación con el gobierno señaló que es un proceso que está en marcha y con buenos resultados y hay diálogos abiertos sobre varias cuestiones. En relación a la cuestión sobre si asumirá o no la portavocía, subrayó que está recién aterrizado y lo discernirá próximamente.
También hizo hincapié, a la pregunta de los medios, que su proyecto de Iglesia española «es el de adherirse al proyecto universal que tiene el Papa Francisco», poniendo énfasis en esa «dimensión evangelizadora que dice el Papa Francisco. Volver a hacer una propuesta que sea Buena Nueva para los hombres y las mujeres de hoy».
Abusos y etiquetas
En relación al tema de los abusos, García Magán fue contundente y afirmó que son «lamentables, reprobables y condenables los abusos». Un solo abuso ya sería reprobable para toda la Iglesia». Al mismo tiempo recordó que «la Iglesia se ha visto afectada, contaminada y manchada por ese problema social. Hay un compromiso serio por parte de todos los obispos y hay que estar siempre del lado de la víctima, de quien ha sufrido».
Los periodistas solicitaron al nuevo secretario que se definiese ideológicamente, a lo que García Magán respondió diciendo que «yo no me etiqueto».
Por otro lado se preguntó, «¿El evangelio qué es conservador o progresista? Pues depende. Si cogemos la Doctrina Social de la Iglesia hay propuestas que ni siquiera el programa del partido más radical o extremista de izquierdas se atreverían a asumir». Porque se defienda la familia, la vida, porque se diga la importancia de la educación… eso es ser conservador? Pues no lo sé», añadió el nuevo secretario general de la CEE.