La Conferencia Episcopal reconoce el aumento de presos extranjeros en las cárceles españolas

La Conferencia Episcopal reconoce el aumento de presos extranjeros en las cárceles españolas

La Pastoral penitenciaria ha celebrado del 21 al 23 de octubre en El Escorial (Madrid) su X Congreso Nacional de esta Pastoral con el tema “Otro cumplimiento de pena es posible”.

Durante estas jornadas, la Conferencia Episcopal Española ha redactado un documento, que aquí les compartiremos, en donde hacen una clara apuesta por la reinserción de los presos en la vida social. Además, la Iglesia española apuesta por evitar al máximo condenas que conlleven entrar en la cárcel.

La pastoral penitenciaria afirma que «en la actualidad el perfil del preso es muy variado, pero sigue predominando el interno pobre o procedente de familia desestructurada y que nuestra sociedad apuesta más por la justicia vindicativa, que por la justicia restaurativa».

Del mismo modo, aseguran que han constatado «la presencia, cada vez mayor de internos extranjeros, con la inseguridad ante el final de cumplimiento de la pena de su expulsión, sin posibilidad de una regularización en nuestro país». Este último mensaje es quizá de los más polémicos ya que la CEE hace una apuesta por la regularización de inmigrantes delincuentes en España con la grave amenaza que eso supone para la paz y convivencia en nuestros barrios, precisamente en un momento donde la delincuencia y violencia está en auge.

Apuesta por medidas alternativas a la cárcel

El documento recoge varias propuestas que lanza la pastoral penitenciaria. «La reflexión de nuestro Congreso nos lleva al convencimiento que la prisión no es la solución a determinados delitos, que con un tratamiento mas educativo se evitaría el ingreso en prisión», afirma la nota.

Piden que «las medidas alternativas a la prisión tengan un enfoque más educativo y restaurativo que punitivo. Más humano que castigador» y
que «las penas alternativas no sean una excepción, sino la norma habitual que ayude a la reinserción del penado».

Peticiones de la CEE

La pastoral penitenciaria pide en el documento a la Iglesia, entre otras cosas, «una actitud samaritana, que a través de la acogida, escucha y acompañamiento de los privados de libertad, puedan dignificar su condición de personas e hijos de Dios y una sensibilidad misericordiosa, que ayude al preso en su camino de reconciliación consigo mismo, con la víctima y con Dios».

También piden a las comunidades cristianas que estén abiertas a acoger a los internos en libertad, como un miembro más de la comunidad y reforzar «el voluntariado penitenciario como medio de encarnación de la Iglesia en el mundo de la prisión y con espíritu de redención».

Dirigiéndose a la sociedad en general, la CEE reclama «una mayor sensibilización social que favorezca las penas alternativas a la prisión, un cambio de mentalidad que vea al preso como una persona con posibilidades de normalización y cambio social y apostar por las segundas oportunidades como camino de reinserción, a través de las medidas alternativas a la prisión».

A la Justicia, la pastoral penitencia exige que «que revise y actualice la legislación actual en materia penitenciaria, adaptándola a la realidad social y a las necesidades de los tiempos actuales. Vivimos nuevos tiempos que demandan nuevas leyes y nuevos enfoques de los delitos».

También se posiciona contra la cadena perpetua al pedir «que revise la legislación de las condenas largas sin un horizonte de esperanza y mucho menos de rehabilitación», obviando la realidad de que hay personas que no son reinsertables en la sociedad.

Además, proponen a los jueces «que apuesten por las vías de la Justicia Restaurativa como forma de responsabilizar, restaurar y reintegrar a cada uno lo suyo, victima, infractor y sociedad, en aras de un Sistema Penal y Penitenciario más justo y humano».

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