El grupo «DEARCO» retoma este fin de semana las adoraciones nocturnas en el Valle de los Caídos. La iniciativa que surgió el año pasado de la mano de un grupo de estudiantes ha vuelto a lanzar una convocatoria para el día 31 de octubre.
«Nos complace anunciaros que el día 31 de octubre del 2021 a partir de las 22:00h, vamos a organizar una vigilia Eucarística durante la noche en el Valle de los Caídos como hemos estado haciendo en otras ocasiones. Velaremos delante del Santísimo por los agravios que se le comenten en una noche como la de «Halloween», ha anunciado el grupo de adoración. Para poder asistir han sacado un formulario para apuntarse.
Para conocer más a fondo esta iniciativa hemos contactado con los responsables de DEARCO para abordar con más profundidad el origen esta iniciativa.
P-¿Cómo surge la idea de hacer adoraciones en el Valle de los Caídos y quién forma este grupo?
R-DEARCO es un grupo de 6 amigas desde hace bastantes años. Nos conocimos en el colegio y en distintos campamentos y convivencias y al final la amistad se terminó de forjar en la universidad de una manera más fuerte. Nosotras desde hace años rezábamos por distintos sucesos que considerábamos que podían ofender al Señor y a la Iglesia con la intención de reparar. La primera vez que nos unimos fue para rezar un rosario de desagravio debido a una obra de teatro que claramente ridiculizaba la fe y a Jesucristo. Debido al dolor que nos producía esto, comenzamos a mandar «una convocatoria» a nuestros amigos y grupos de whatsapp diciéndoles que íbamos a rezar delante de este teatro por esta blasfemia. Al final, una convocatoria donde pensábamos que íbamos a ser 4, fuimos casi 100 personas.
Las adoraciones surgen debido al mismo sentimiento de querer reparar los agravios cometidos por otras personas y por nosotros mismos. Muchas de nosotras vivimos en la sierra de Madrid y algunas teníamos una relación más estrecha con los monjes por la escolanía. Nos pusimos en contacto con ellos para transmitirles nuestra pena y deseo de rezar por las distintas situaciones que vivimos y a ellos les pareció una muy buena causa por la que rezar todos juntos, jóvenes, niños, mayores, familias… Así comenzó todo.
P-¿Qué planes tenéis para este curso?
R-La primera convocatoria de este año va a ser la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre, como el curso pasado. Una vigilia de toda la noche. Nos gustaría que hubiera una adoración todos los meses, pero según estudiamos o trabajamos, nos adaptamos a las circunstancias del grupo y las organizamos cuando podemos. Normalmente las próximas adoraciones serán por la tarde, no de noche como en esta ocasión, aunque no descartamos que las pueda haber.
P-¿Cómo fue la experiencia del año pasado?
R-La experiencia fue muy positiva y por eso queremos continuar con estas adoraciones porque lo importante es que el Señor esté acompañado y que nosotros tengamos también la oportunidad de estar 100% a Él, sin distracciones, ruidos, emails, llamadas… (en el Valle no hay cobertura, o sea que es un momento de desconexión total). También hemos visto muchos puntos de mejora, que esperamos que vayan solventándose de adoración en adoración.
P-¿Qué tal ha sido el trato con los monjes benedictinos?
R-El trato ha sido fantástico. Desde el primer momento estuvieron muy entusiasmados de que gente joven quisiera hacer algo así (porque no sólo éramos 6 amigas, sino también muchos amigos nuestros que nos comentaban que echaban en falta algún momento y lugar donde poder retirarse y rezar). Sin embargo, aunque estuvieran tan emocionados como nosotras, eso no quitaba que tuviéramos que ser prudentes por la situación sanitaria, controles de aforo, mascarillas, geles hidroalcohólicos, seguridad del Valle y de los fieles, etc. Ellos tienen más experiencia que nosotras en convocar actos en el Valle, así que fueron y son hoy un apoyo indispensable.
P-¿Qué público suele asistir a estas adoraciones?
R-La primera Vigilia Eucarística que organizamos, la del 31 de octubre del 2020 la mayoría de los asistentes fueron gente joven, entre los 16- 35 años. Sin embargo, vinieron y continúan haciéndolo personas de todas las edades. Es muy conmovedor ver a familias completas, abuelos padres e hijos, familias numerosas, grupo de amigos, grupo de novios y matrimonios jóvenes. La verdad que es impresionante ver lo diferente que somos y saber que nos une lo mismo, el Amor que Dios tiene hacia nosotros y nuestro deseo de darle lo que podemos aun con nuestra miseria.