Sólo 35 obispos han acudido a los ejercicios espirituales organizados por la Conferencia Episcopal, un 30% menos que el año pasado. Es la participación más baja de los últimos diez años.Una escueta nota de prensa de la Conferencia Episcopal informa de la tanda de ejercicios espirituales para los obispos:
Los obispos españoles celebrarán, del 8 al 14 de enero, los Ejercicios Espirituales que cada año organiza la Conferencia Episcopal Española. Está prevista la participación de unos 35 obispos y el Secretario General de la CEE, José María Gil Tamayo.
Este año los ejercicios serán dirigidos por el jesuita P. Pablo Alonso.
Las Conferencia Episcopal informa cada año del número de obispos cuya presencia está prevista en los ejercicios. La cifra de este año, 35 obispos, es la más baja desde el año 2003, año en que predicó los ejercicios el actual obispo de Córdoba, Demetrio Fernández y que participaron 33 obispos más el Nuncio Apostólico.
Este año los ejercicios son impartidos por Pablo Alonso, un joven sacerdote jesuita, profesor de Sagradas Escrituras en la Universidad de Comillas, y que ha sido formador de novicios de la Compañía de Jesús en España. Como novedad, la ubicación, que este año ha sido la casa que las teresianas tienen en la localidad madrileña de Alpedrete, a pcoos kilómetros del Escorial, y no la Casa de Cristo Rey, en Pozuelo de Alarcón, donde venían celebrándose desde hacía varios años.
En el corto plazo, la Permanente de febrero y las elecciones de marzo
Sin duda los obispos asistentes reflexionarán sobre el futuro más próximo de la Conferencia Episcopal. En febrero tendrá lugar la reunión de la Comisión Permanente, en la que se tendré que resolver de una vez un asunto que puede costar la presidencia al Cardenal Blázquez, y del que hablaremos en breve.
En marzo tendrá lugar la Asamblea Plenaria de elecciones a presidente, unas elecciones que sólo validarían la reelección de Blázquez en caso de imposibilidad de encontrar una alternativa, y es que los obispos están cansados de la inutilidad del presidente, que ha dejado en manos del vicepresidente y el secretario general la práctica totalidad de asuntos de gobierno de la CEE y que ha tenido sonadas meteduras de pata en su gobierno, y creen que su autoridad ha quedado socavada.