INFOVATICANA ha tenido acceso al testimonio en que una joven relata cómo el fundador de Orden y Mandato, el laico Miguel Roseno da Silva, le aseguraba que por su semen le llegaba el mismísmo Cuerpo de Cristo.
Ayer introducíamos a nuestros lectores la figura de Miguel Rosendo da Silva, un oscuro curandero que ha reunido a su alrededor a un grupo de almas abducidas por su fuerte personalidad. Explicábamos que el éxito del asociado en Orden y Mandato de San Miguel no es la relación con Dios vivida en la Iglesia sino la dependencia con el fundador, sus prácticas rituales y los trabajos de purificación que él efectúa sobre los asociados. En el caso de los hombres, estos trabajos de purificación consistían, según ha podido constatar este portal, en dormir en un determinado lugar indicado por el propio Miguel. Peor es la suerte de las mujeres, de las que Miguel presuntamente abusaba sexualmente, como atestiguan las denuncias interpuestas ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Tui. Una de las abusadas relataba cómo Miguel le aseguraba que por su semen le llegaba el mismo Cuerpo de Cristo, y que la purificaba de esa manera, dándole la salvación. El testimonio de la hermana es desgarrador, y por respeto a su persona evitaremos aportar más detalles. 
De la lectura del testimonio queda evidente que la adhesión al jefe del grupo las humillaba y las complicaba de manera que el abuso, al mismo tiempo que carnal, lo era también psicológico y mental, pues eran instruidas en el deber moral de agradecer tales prácticas. Miguel las convencía de que era un sacrificio que él mismo hacía para su bien, con lo cual era una autentica cautiva, pues necesitaba de esos abusos para su propia salvación. El abusador, además, según los relatos a los que ha tenido acceso INFOVATICANA, prohibía a sus víctimas que manifestasen nada a los sacerdotes no controlados por él. Les explicaba que «los sacerdotes de fuera no entenderían lo que ocurría dentro del círculo» de su amurallada torre o atalaya ocultista, a la que sólo entraban personas escogidas de su grupo, intentando despertar en ellos el sentimiento de haber sido escogidos por tan gran y celeste ser: el mismísimo príncipe de las milicias angélicas. 
El estudio de la documentación nos lleva adivinar que los nombres, los símbolos y las imágenes cristianas empleados, no corresponden a las realidades que confiesa la Iglesia realmente. Antes al contrario, se habla de “reencarnación”, se adivina una angelología carnal y aparece un concepto de divinidad que no tiene nada que ver con el cristianismo. Desde estas creencias, que conducen a una práctica iluminista, se fomenta el amor sentimental, sensual. Por otra parte, INFOVATICANA ha podido hablar con auténticos “convertidos” a Miguel, que se han mostrado «impactados» por el reflejo de una «personalidad apasionada con corazón misericordioso». sin embargo, sus íntimos se han sorprendido de su desolación interior y del mal humor con que han sido tratados, haciéndoles creer que se trata de una forma mediante la cual el mismísimo arcángel San Miguel les purifica a ellos como íntimos suyos. Respecto a los rituales satánicos en los que Miguel podría haber incurrido, es extensísima la documentación que este redactor tiene en su poder, aunque todas las pruebas tienen algunos elementos comunes. Todas las recetas que daba a sus adeptos incluían una mezcolanza de devociones cristianas con supersticiones gnósticas. Particularmente llamativas son las hojas manuscritas en las que el propio Miguel Rosendo da Silva recomienda a sus adeptos realizar un ritual a las 12 de la noche, que reproducimos a continuación: 
Transcripción del texto: «Ir a coger agua en una fuente en compañía de un niño (12 litros) Al llegar a casa echar 11 litros en la bañera. Encender el incienso (4 varitas) y decir:
Por la madre naturaleza, y este mes de mayo
en el nombre de Jesucristo, y de su madre la Virgen María
que esta agua se purifique, como se bendice el nombre
de Dios en esta casa. Amén
Con el litro de agua que queda, echarlo en un cunco (sic) de barro y añadir las flores. Poner esto en un lugar alto en contacto con la luna y decir esta oración:
En el nombre de Jesús
en el nombre de sus ángeles
por la fuerza de los poderes
cosmonóticos y de los 4 elementos.
(incorpora aquí símbolos de los cuatro elementos: Tierra, aire, agua y fuego, y recomienda: Dibujar los elementos en una hoja y ponerlos debajo del cunco).
Por la mañana, poner el preparado en la bañera, encender 4 varitas de incienso, ponerlas en las esquinas del oráculo. Poner esto a los pies de la bañera. Meterse uno por uno en la bañera y decir esta oración:
Yo soy creado (da) con amor de Dios
en él creo firmemente.
Con estos elementos purifico mi cuerpo.
Con estas fuerzas hago mi camino.
Mi vida es amor, amor es mi camino.
Jesús mi guía.
Los ángeles mis amigos.
La Virgen mi amiga y mi casa, mi fe es mi familia
bendito este lugar donde Dios vive.
Salir de la bañera, ponerse el pentáculo en el pecho y decir:
Así está escrito
así está dicho
así se ora
decir tu nombre y besar el pentáculo. Cuando os bañéis todos, quemad las hierbas preparadas. Encender la vela preparada (en la entrada) y todos ir por la casa diciendo:
Busqué a Jesús,
y en esta casa lo encontré,
de la mano me cojió (sic)
y a Dios me llevó.
Asi quede siempre bendecido este lugar,
donde encontre mi amor, amén.
Tirar todo al bosque diciendo: Gracias Madre Naturaleza por llevarme a Dios. Amén.»
El documento termina con la firma de Miguel.
Como se aprecia en la imagen inferior, INFOVATICANA ha podido constatar cómo estos símbolos coinciden literalmente con los que se encuentran en páginas web de brujería y satanismo, identificados como oraciones a Satanás para quitar males. 
Otros elementos que confirmarían las vinculaciones demoniacas de Miguel Rosendo da Silva son, según afirman expertos en sectas consultados por este portal, la celebración del día del árbol, la construcción de su hogar como una torre con almenas o los tratamientos con los que se hacía llamar, particularmente las referencias a San Miguel: «reencarnación del Arcángel», «dios» o «vigía enviado de Dios». Éstas son las razones que llevaron al Obispo de Tuy-Vigo, Luis Quinteiro, a pedir a Feliciano Miguel Rosendo da Silva que abandonara la presidencia de la Asociación Pública de Fieles. Miguel lo hizo, pero no solo: Un grupo de fieles pretenden «limpiar la corrupción de la Iglesia» y acompañan hoy a Miguel en su destino dorado: Un chalé valorado en más de un millón de euros en Collado Villalba. En la próxima entrega: Los apoyos de Miguel Rosendo da Silva para extender su presunta secta destructiva en Madrid.
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