En la nueva entrega de la serie de catequesis “Venga a Nosotros Tu Reino”, titulada “Todos tenemos cadenas de las que ansiamos ser liberados”, Mons. Ramón Castro Castro, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, ofreció un mensaje profundo y sobre la misión liberadora de Jesús y el llamado a transformar tanto el corazón como la sociedad. La reflexión, VIII capítulo de la serie de catequesis para celebrar el centenario de la encíclica Quas Primas del Papa Pío XI, invita a los fieles a reconocer las cadenas que los atan y a confiar en la gracia de Cristo para alcanzar la verdadera libertad.
Castro Castro destacó que todos enfrentamos cadenas, algunas visibles como la pobreza, la enfermedad o la injusticia, y otras invisibles pero igualmente opresivas, como el rencor, el miedo o la desesperanza. En un México marcado por la inseguridad, la violencia y la impunidad, estas cadenas son especialmente evidentes. “La inseguridad que nos mantiene con miedo, la violencia que destroza familias, la impunidad que permite que la injusticia siga reinando”, señaló el obispo, subrayando la urgencia de abordar estas realidades.
El mensaje central de la catequesis se basa en la misión de Jesús, quien vino a romper la cadena más fuerte: la del pecado, que aleja a las personas de su vocación como hijos de Dios. Explicó que la liberación que ofrece Cristo tiene dos dimensiones: por un lado, trabajar activamente para cambiar las condiciones injustas de la sociedad; por otro, permitir que Dios transforme el corazón humano. “Sin la gracia que solo viene del amor de Dios, nuestros mejores esfuerzos por cambiar el mundo se quedan cortos”, afirmó.
El presidente del Episcopado Mexicano llamó a los creyentes a ser instrumentos de paz y a tender la mano a los marginados, siendo testigos vivos del reino de Dios. “Él nos llama a luchar contra las cadenas que nos atan y a trabajar por un mundo donde la dignidad humana sea respetada”, enfatizó. Este compromiso requiere un examen personal para identificar las cadenas internas —como el egoísmo o la desesperanza— y confiar en la gracia salvadora de Cristo para superarlas.
La catequesis también resaltó el papel de la Virgen de Guadalupe como madre de los oprimidos y fuente de esperanza en esta búsqueda de libertad. “Con nuestra señora de Guadalupe, nos acompaña en esta búsqueda de la verdadera libertad que solo su Hijo puede darnos”, expresó el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano concluyendo con una invocación: “Venga a nosotros, Tu Reino”.
La catequesis completa puede verse aquí: https://www.youtube.com/watch?v=gIoA-d1rR1Q