Ya es sábado y el mes de marzo va adelante, San José se acerca y la cosa sigue movida. Al Papa Francisco no le gustas la entrevistas y quizás por ello se mortifica continuamente, misterios de discernir. La que ha tenido algo de repercusión , no mucha, en los medios italianos es la concedida a una televisión suiza de hablar italiana, la otra, mucho más argentina, no ha tenido ninguna. Novedades ninguna, no salimos de los tópicos de siempre y todo apunta a que terminaremos el pontificado con entrevistas cada vez más ignoradas y dejando los problemas al sucesor.
Sin duda alguna, el tema más relevante, que siempre que sale incendia los titulares es el de la dimisión, renuncia, o cómo lo queramos llamar. El que saca siempre el tema de su posible renuncia es el propio Papa Francisco, que para no tenerlo en el horizonte, lo tiene siempre presente. El Papa Benedicto XVI ha abierto una puerta, nos guste o no, y la temporalidad del ejercicio del misterio petrino se ha convertido en una posibilidad normal. Hay un punto, quizás ya hemos llegado a él, en el que empeñarse, contra viento y marea, en continuar con mando en plaza puede volverse en contra del Papa Francisco. No tenemos dudas, a estas alturas, de que el Papa Francisco aguantará todo lo posible hasta el límite. No puede permitirse dejar el mando en otras manos que no sigan sus indicaciones. Pretender pilotar a su sucesor, puede ser teóricamente posible, en la realidad es muy complejo y cuanto más cercano parezca puede ser más complicado.
El 13 de marzo, el pontificado del Papa Francisco cumple diez años llenos de escándalos, investigaciones, reformas interrumpidas, las guerras intestinas de todo tipo. Seguimos con las emanaciones de normas y normas que se aplican, con las opiniones caóticas sobre la guerra en Ucrania. La crisis financiera del Vaticano no se corrige y las cuentas siguen un camino errático. El último apretón a los alquileres demuestra que ya nos e sabe de donde rascar. Los presuntos vientos de reforma en el sentido de la transparencia y la legalidad se han convertido en tempestades con un Papa Francisco que cada vez manda menos en su casa y es menos respetado en sus estrategias políticas. Tenemos Misa, a puerta cerrada, en la capilla de la Domus Santa Marta con todos los cardenales presentes en Roma a las 8 de la mañana del lunes 13 de marzo para celebrar los diez años de pontificado. El riesgo de la plaza vacía, o Basílica muy floja, pesa y mucho, que un papa tan ‘popular’ como Francisco celebre su décimo aniversario a puerta cerrada, lo dice todo.
El Camino Sinodal alemán ha votado a favor de bendecir a parejas del mismo sexo. Ahora la piedra está en el tejado de Roma, que no puede permanecer en silencio cuando toda la potente maquinaria de la Iglesia Alemana se mueve hacia el cisma. En la asamblea sinodal final del viernes, 176 delegados votaron a favor de tales ceremonias de bendición, 14 en contra y doce se abstuvieron, una aprobación del 92,6%. Entre los obispos, 38 obispos votaron que sí, nueve que no y doce se abstuvieron, un 80% de los votos a favor. Los obispos también han aprobado un texto que pide al Papa Francisco que «reexamine el vínculo entre la concesión de las ordenaciones y el compromiso de celibato». También se permitía la bendición para los divorciados vueltos a casar civilmente. Se prepararán folletos y ayudas litúrgicas adecuadas para instruir a los sacerdotes, quienes a partir de ahora ya no enfrentarán consecuencias disciplinarias.
Vamos teniendo más noticias de lo sucedido en el tribunal único en la última sesión del juicio Becciu. Lo primero que llama atención es el cruce continúo de acusaciones entre personas que han estado, o están, trabajando muy cerca del Papa Francisco. La desconfianza es generalizada y, vistas las cartas hechas públicas por el propio Papa Francisco, juez y parte, demuestran que los ha abandonado a su suerte. Desde que empezó el caso, con la absurda racia de la gendarmeria en la Secretaria de Estado, estaba claro que la pieza mayor era Becciu. Razones para que Becciu fuera apartado, no solo ahora, desde hace mucho tiempo, de sus funciones, las hay y muchas. En este caso creemos que se ha visto atrapado en sus propias trampas y le han aplicado los mismos procedimientos que él tantas veces utilizó. Entendemos su desconcierto y que no termine que darse cuenta de donde se encuentra, la última sesión esperemos que le deje muy caro que el Papa Francisco ya lo ha condenado y que, dejando aparte los fuegos de artificio para quedar como hombre bueno, no moverá un dedo por Becciu.
La gendarmería hace uso de una conversación privada con Becciu en la que ya se ve que es un hombre tocado: “Si este tema sale a la luz, me causará un gran daño a mí y a los miembros de mi familia”. El 3 de octubre de 2020, todo ocurrió en la casa de Becciu: «Él fue quien me llamó, primero por mensaje y luego para invitarme con una llamada telefónica porque estaba preocupado por los artículos de prensa que salían». Revela que antes de aceptar hubo “una reunión en la Secretaría de Estado». El jefe de los gendarmes, Gauzzi: «Pero con el fin de ayudar y apoyar al cardenal Becciu, sentí la necesidad de explicarle la situación de Marogna, porque habían llegado papeles de Eslovenia sobre un uso diferente e indebido de las sumas que se habían transmitido». «En cuanto al asunto Pell o el dinero para la cooperativa Spes di Ozieri, el cardenal parecía muy distante, no particularmente perturbado. Pero cuando toqué el tema, Marogna se inclinó, casi de rodillas, con las manos en la cara”, y habló del riesgo de asesinato. Becciu estaba dispuesto a llegar a un acuerdo: «el cardenal expresó su voluntad de devolver el dinero utilizado por Marogna a través de su donación voluntaria». El gendarme defiende que: «No, no se mencionó el hecho de que debe permanecer confidencial. Entre otras cosas, en ese momento el cardenal ni siquiera era objeto de una investigación».
Presentación del Papa Francisco del libro «Más liderazgo femenino para un mundo mejor», que contiene la investigación que ha sido presentada hoy en la Santa Sede, por la Fundación Centesimus Annus Pro Pontifice: “Este libro habla de la mujer, de sus talentos, de sus habilidades y destrezas y de las desigualdades, violencias y prejuicios que aún caracterizan al mundo femenino. Los temas relacionados con el mundo femenino están particularmente cerca de mi corazón. En muchas de mis intervenciones me he referido a ellos, subrayando cuánto queda aún por hacer para el pleno desarrollo de la mujer”.
Ya está inaugurado el complejo de religiones abrahámicas de Abu Dabi, junto a una mezquita y una sinagoga, en presencia de cardenales y obispos. La ‘parte’ católica sería llamada «iglesia de Su Santidad Francisco». El nuncio: “Hemos entrado en una nueva fase en la historia de las religiones”. “Con el documento de Abu Dabi sobre la fraternidad humana, documento profético y con visión de futuro, las religiones se presentan en su capacidad original de colaborar y contribuir juntas a la formación de un mundo más humano, en el que todos nos reconozcamos como hermanos y hermanas, llamados a fraternidad, a la convivencia y la tolerancia, a la aceptación mutua, a la promoción de la justicia y la paz». La Mezquita Ahmed Al-Tayeb del complejo, que celebró sus oraciones inaugurales el viernes 17 de febrero, lleva el nombre del actual Gran Imán de la Mezquita y Universidad Al-Azhar. La sinagoga Moses Ben Maimon lleva el nombre del filósofo judío medieval también conocido como Maimónides.
Rupnik no solo celebra en público, aunque nos ha asegurado que pesan sobre él graves penas canónicas, sus libros continúan en las librerías cercanas al Vaticano. Sus obras que tratan temas como “examen de conciencia”, “discernimiento” o “Iniciación a la vida espiritual” están entre las obras ofertadas y publicitadas.
La causa de Pío XII, abierta por el pontificado de san Pablo VI, ha pasado a un segundo plano. Los promotores de la causa organizan una misa en Roma en la que también será recordado Benedicto XVI que en 2009 lo proclamó venerable, celebrada por Mamberti, de la Signatura Apostólica.
Artículo de Jeff Mirus publicado en Cultura Católica sobre la angustia expresada por el cardenal Robert McElroy ante el «fracaso» de la Iglesia en incluir plenamente a las «comunidades LGBT». McElroy no está hablando sobre predicar el evangelio a las “comunidades LGBT”, sino sobre su inclusión radical en la Iglesia. «En lo que respecta a los pecados sexuales, nunca hay ninguna objeción a que un católico se esfuerce por ser casto y se arrepienta si cae. No, es la petición de que la Iglesia haga la vista gorda o llame al blanco negro lo que excluye al pecador no arrepentido de la inclusión en el Cuerpo de Cristo». «Nos enfrentamos a la quintaesencia de la ambivalencia moderna hacia la realidad, una tendencia a reducir la realidad al deseo humano».
“Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo”.
Buena lectura.