Se marcha el 15 y llama a la puerta el 16. Se va la niña bonita y llega un año bisiesto y desconocido. Durante los últimos meses en el campo eclesial, tras ver por escrito la pobrísima intervención de un portavoz ronco perdido he sacado en claro que aquí en España lo tenemos todo hecho en el campo de la Iglesia Católica, cuando quienes seguimos su pulso informativo sabemos que es falso. El 15 nos deja obispados vacantes, necesarios obispos auxiliares, y diócesis con prelados caducados. El 15 nos deja a unos obispos españoles revestidos de un buenismo anquilosante y miedoso. El 15 nos deja a unos laicos dormidos en la inapetencia y huérfanos sin que la voz eclesial haya entrado en las Cortes Españolas. El 15 nos deja a unos clérigos muy mayores en activo, y con unas pocas vocaciones en los seminarios. El 15 nos deja a unas cofradías trufadas de gentes con poca cultura y fe, capaces de caer en las redes de los miembros de ciertas sectas. El 15 nos deja a unas Cáritas que se parten la cara a favor de los más pobres de la sociedad. Es el mejor retrato de nuestra Iglesia peregrina en España. ¿Qué esperamos del 16? Lo primero que se nombren los obispos necesarios en las diócesis necesitadas de ellos. Lo segundo esperamos que Roma facilite tales nombramientos y no lo piense tanto. Lo tercero confiamos que cuando pastores nuevos lleguen a las comunidades la Iglesia española cambie. Pues necesitamos una mejoría en mitad de unas curvas políticas, sociales, morales, económicas e informativas, que se presentan desde el primer día del nuevo año, herencia del anterior y de las urnas donde se han cocido unos votos que nos han conducido a un laberinto. Feliz años, a todos, amigos y enemigos del Blog El Olivo. Dios mediante, aquí estaremos para contar los aconteceres del paisaje eclesial nuestro de cada día. Tomás de la Torre Lendínez
Pasa el 15 y llega el 16 en la Iglesia en España

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