Un estudio publicado en la revista científica Journal of Psychiatric Research ha revelado que las mujeres que se sometieron a un aborto presentaron el doble de hospitalizaciones relacionadas con salud mental en comparación con aquellas que llevaron a término su embarazo.
La investigación analizó datos de más de 1,2 millones de mujeres que dieron a luz en hospitales de Quebec entre 2006 y 2022 y los comparó con más de 28.000 mujeres que abortaron, realizando un seguimiento de hasta 17 años.
El aborto, vinculado a mayor riesgo de trastornos psiquiátricos
El estudio encontró que el aborto estuvo asociado con un incremento significativo de hospitalizaciones por trastornos psiquiátricos, consumo de sustancias y tentativas de suicidio. El riesgo fue especialmente elevado en mujeres menores de 25 años en el momento del aborto y en aquellas con antecedentes de enfermedad mental.
El periodo de mayor vulnerabilidad se situó en los cinco años posteriores al aborto. A partir de ese punto, el riesgo descendió de forma gradual, pero solo después de 17 años comenzó a asemejarse al de las mujeres que llevaron su embarazo a término.
Reacciones del mundo académico y provida
Tessa Cox, investigadora del Charlotte Lozier Institute, calificó el estudio como “particularmente poderoso” debido a su tamaño muestral, la amplitud del seguimiento y el hecho de que se realizaron controles por factores de salud mental previos.
“Este reciente estudio en Canadá, con un sistema de datos sanitarios más completo que el de Estados Unidos, añade evidencias crecientes de que el aborto puede dañar la salud mental de las mujeres”, declaró Cox a Catholic News Agency (CNA).
Por su parte, Michael New, profesor asociado en la Universidad Católica de América y también investigador del Charlotte Lozier Institute, destacó la solidez de la investigación: “Proporciona evidencia estadística fuerte de que el aborto aumenta el riesgo de una serie de problemas de salud mental”.
Un aporte poco frecuente en la investigación científica
Los autores subrayan que estudios poblacionales a gran escala con seguimiento a largo plazo son muy poco frecuentes, pero resultan indispensables para comprender las necesidades de salud mental de las mujeres tras un aborto.
La investigación canadiense se suma así a un cuerpo creciente de estudios que muestran una relación entre aborto y trastornos psicológicos, aunque con la diferencia de haber incorporado un periodo de observación extenso y un número de participantes sin precedentes.