El obispo abusador Gustavo Zanchetta vuelve a la diócesis de sus víctimas a cumplir un laxo arresto domiciliario

El Papa Francisco saluda al obispo Gustavo Zanchetta durante un encuentro en el Vaticano

Gustavo Zanchetta, el obispo argentino condenado por abuso sexual agravado contra seminaristas, ha regresado a la diócesis de Orán y continuará cumpliendo su condena de prisión bajo arresto domiciliario en un convento local.

Regreso tras una polémica licencia médica

Zanchetta se encontraba en Roma desde noviembre de 2024,donde fue sometido a una cirugía cardíaca en el hospital Gemelli. Sus abogados habían argumentado que en Argentina no existían centros médicos adecuados para su intervención, y que el procedimiento en Italia resultaba incluso más económico. El tribunal le autorizó el viaje bajo la condición de regresar antes del 1 de abril.

Sin embargo, llegada esa fecha, su paradero era incierto. El hospital confirmó su alta, pero ni la diócesis de Nueva Orán ni otras fuentes eclesiásticas daban información clara sobre su retorno al país.

Confirmación del regreso

Fue Matías Montes, una de sus víctimas y exseminarista en Orán, quien confirmó este jueves que Zanchetta ya está de vuelta.

Zanchetta está en Salta, recibió la visita del actual obispo de Orán. Le están preparando una habitación en el monasterio. Lo vi con mis propios ojos, declaró Montes a medios locales.

También advirtió que Zanchetta podría solicitar la libertad condicional próximamente: Sabemos que lo va a pedir. El sistema judicial no hizo su trabajo. No hubo apoyo psicológico, ni justicia real.

Una condena atenuada

El exobispo fue condenado en marzo de 2022 a cuatro años y medio de prisión por abuso sexual simple continuado, agravado por ser ministro de culto religioso. Sin embargo, gracias al apoyo de sectores eclesiásticos, se le permitió cumplir la pena bajo arresto domiciliario en una casa para sacerdotes jubilados.

Ascenso y protección en Roma

Zanchetta fue uno de los primeros obispos nombrados por el Papa Francisco en 2013. Renunció de manera inesperada en 2017, alegando motivos de salud. En 2019, el Vaticano reconoció haber recibido denuncias por abuso desde 2018, aunque algunas fuentes indican que los primeros informes llegaron en 2015.

El entonces vicario general, Juan José Manzano, declaró que Zanchetta había enviado selfies desnudo y recibido imágenes obscenas de jóvenes. Según Manzano, Zanchetta alegó que su teléfono había sido hackeado.

Pese a ello, tras su renuncia, fue acogido en el Vaticano y nombrado asesor en la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), cargo que desempeñó hasta 2021.

Rechazo del recurso y detalles del caso

En febrero de 2025, un tribunal de apelaciones rechazó el intento de Zanchetta de anular su condena alegando estereotipos de género por su condición homosexual. El fallo consideró la apelación contraria a la realidad, recordando que el obispo había manoseado a los seminaristas y metido los dedos en sus bocas.

Los jueces concluyeron: La sexualidad de apoyar los genitales sobre el cuerpo de otro no admite discusión.