La secretaria central de la Asesoría del Opus Dei, Isabel Sánchez, ha concedido una entrevista en la que reflexiona sobre los aprendizajes de la institución, su centenario y los desafíos que enfrenta en el mundo actual.
«Hemos cometido errores, y reconocerlos nos hace más fuertes», afirma Sánchez, destacando la necesidad de adaptación sin perder la esencia del carisma fundacional de san Josemaría Escrivá.
Según la directiva, el Opus Dei ha hecho un esfuerzo por escuchar más a las personas y entender mejor sus necesidades. «No somos una organización estática, sino una realidad viva que se enfrenta a los desafíos de cada época con humildad y compromiso», señala.
El papel de la mujer en la Obra y en la sociedad
Uno de los temas clave abordados en la conversación ha sido el papel de la mujer en la Obra y en la sociedad. «Siempre he creído que el feminismo bien entendido es un camino hacia una mayor justicia. Si el feminismo significa igualdad de derechos y oportunidades, yo soy feminista», declara, subrayando la importancia de la formación y el liderazgo femenino dentro y fuera de la Iglesia.
Sánchez insiste en la necesidad de derribar prejuicios y promover un papel más activo de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad. «La Iglesia necesita más mujeres con voz y responsabilidad. Estamos avanzando en ese sentido, pero queda camino por recorrer».
La renovación del Opus Dei en su segundo siglo de vida
En cuanto a la evolución del Opus Dei en su segundo siglo de vida, Isabel Sánchez señala que la institución ha aprendido a escuchar más y a hacer autocrítica. «El Papa nos invita a una renovación, y la acogemos con espíritu constructivo. Queremos ser una familia que acompaña a las personas en su vida cotidiana, sin imponer, sino proponiendo caminos de crecimiento espiritual y humano».
Para Sánchez, la clave está en el equilibrio entre fidelidad al mensaje de san Josemaría y la capacidad de adaptación. «El carisma fundacional es un regalo para la humanidad, pero debemos saber transmitirlo con un lenguaje cercano y comprensible para las nuevas generaciones».
Los desafíos de la secularización y la comunicación de la fe
Sobre los desafíos del Opus Dei en la sociedad actual, Sánchez reconoce que la secularización y los cambios culturales exigen una nueva manera de comunicar el mensaje cristiano. «El mundo ha cambiado y nosotros también tenemos que hacerlo en nuestra forma de transmitir la fe. No podemos limitarnos a repetir fórmulas del pasado, sino conectar con la realidad de las personas hoy».
En este sentido, apuesta por un diálogo abierto con la sociedad y una mayor presencia en los espacios donde se forman las nuevas generaciones. «Es fundamental que el mensaje de Cristo llegue a todos, y para eso debemos estar donde las personas viven, trabajan y se desarrollan».
Finalmente, la secretaria central de la Asesoría del Opus Dei expresa su ilusión por el futuro de la Obra y su impacto en la sociedad. «El carisma de san Josemaría sigue siendo un regalo para el mundo. Nuestro reto es hacerlo visible con autenticidad y alegría, mostrando que la santidad en la vida ordinaria es una propuesta válida y necesaria».