El Papa comienza el año haciendo un llamamiento a respetar la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural

El Papa comienza el año haciendo un llamamiento a respetar la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural

En la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, el Papa Francisco inauguró el Año Nuevo 2025 con un mensaje cargado de esperanza, reflexión y un llamado firme a la defensa de la vida.

Durante la misa celebrada en la Basílica de San Pedro, el Pontífice subrayó la centralidad de la Virgen María en el misterio de la Encarnación y su papel como protectora de la humanidad.

«María es la puerta a través de la cual Cristo entró en el mundo», recordó el Papa, citando a San Ambrosio. En su homilía, destacó cómo la maternidad de María nos lleva a contemplar a Jesús en su humanidad: “Nació de una mujer. Tiene un rostro y un nombre, y nos llama a relacionarnos con Él”.

Con este recordatorio, Francisco instó a los fieles a rechazar la tentación de un Dios “abstracto” y distante, señalando que Jesús eligió hacerse hombre en la fragilidad de la carne: “Él, imagen de Dios omnipotente, vino en la debilidad… se muestra en la fragilidad de un Niño”.

Defender la vida: un compromiso para la paz

El Papa destacó el valor de toda vida humana como un don precioso que debe ser protegido, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural. “Aprendamos, como María, a hallar la grandeza de Dios en la pequeñez de la vida; para que aprendamos a cuidar de toda criatura nacida de una mujer, sobre todo protegiendo el don precioso de la vida”, afirmó con énfasis.

Francisco amplió esta defensa de la vida a todos los que sufren, incluyendo a los niños, los pobres, los ancianos, los enfermos y los moribundos. “En la Jornada Mundial de la Paz, todos estamos llamados a aceptar esta invitación que brota del corazón materno de María: proteger la vida, hacernos cargo de la vida herida… dignificar la vida de cada ‘nacido de mujer’”.

Citando su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, el Papa pidió un compromiso firme con la dignidad humana: «Promovamos el respeto de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, para que toda persona pueda amar la propia vida y mirar al futuro con esperanza».

La esperanza de un año jubilar

El Papa concluyó su homilía confiando a María, Madre de Dios, el nuevo año jubilar y las preocupaciones del mundo. Llamó a los fieles a unirse en oración, evocando una escena histórica: «En Éfeso, cuando los obispos entraban en la iglesia, el pueblo fiel aclamaba: ‘¡Madre de Dios!’ Hoy, todos juntos, aclamemos: ¡Santa Madre de Dios!”.

Con esta homilía, el Papa Francisco marcó el inicio de 2025 con un mensaje que entrelaza la fe, la esperanza y un profundo compromiso con la defensa de la vida y la dignidad humana como pilares fundamentales para construir una civilización de paz.

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