El obispo Dominicus Meier OSB, al frente de la diócesis de Osnabrück desde hace varios meses, ha instado a las comunidades de su jurisdicción a reconocer que “otras formas de culto son tan valiosas como la misa”.
En una entrevista concedida el martes al periódico diocesano, Meier destacó la importancia de la diversidad en las expresiones de fe y espiritualidad.
“Hay muchas imágenes estrechas”, señaló el obispo, enfatizando la necesidad de abrir espacios que fomenten la conexión con Dios dentro de la comunidad. “Es crucial valorar esta diversidad y ofrecer alternativas que respondan a las necesidades de jóvenes y familias”, agregó. En este sentido, subrayó que muchos buscan experiencias distintas a los servicios dominicales tradicionales.
Ante el reto de la disminución de asistencia a los servicios religiosos y la escasez de sacerdotes y parroquias, Meier planteó varias preguntas: “¿Cómo afrontamos esta realidad? ¿Qué hace especial a cada comunidad? ¿Cómo podemos revitalizar otras formas de adoración, como la alabanza matutina o vespertina, o la celebración de la Palabra de Dios con distribución de la comunión?”. Actualmente, la diócesis está llevando a cabo encuestas en las comunidades para evaluar estas cuestiones.
Respecto al sacramento de la confirmación, el obispo propuso nuevos enfoques para atraer a los jóvenes. Una de las iniciativas incluye un curso intensivo en el Monasterio Juvenil de Ahmsen, dirigido a preparar a los participantes para recibir el sacramento en una ceremonia dominical. “Es fundamental que los jóvenes se sientan el centro de estas acciones y que la confirmación se perciba como un estímulo para su vida cristiana”, subrayó Meier.
Otra cuestión abordada por el obispo fue la sostenibilidad de las instalaciones diocesanas, como hospitales y escuelas. “¿Deberíamos desarrollar una base escolar que nos haga más independientes? ¿Es necesario transferir algunas instalaciones a Caritas?”, planteó. Meier destacó que Caritas es parte de la Iglesia y que es esencial reforzar el impacto social de las acciones eclesiales.
En cuanto a la situación financiera de la diócesis, Meier admitió que enfrenta dificultades en varios ámbitos. “Hemos asumido responsabilidades que quizá no podamos mantener a largo plazo. Por ello, estamos adaptando la estructura del Vicariato General con la ayuda de una empresa consultora y encuestas a los empleados. Hay muchas ideas y no necesitamos inventarlas, sino coordinarlas de forma eficiente”, concluyó.