Los participantes en actos sagrados relacionados con la ‘Marcha por la Vida’ podrán obtener indulgencia plenaria

Los participantes en actos sagrados relacionados con la ‘Marcha por la Vida’ podrán obtener indulgencia plenaria

Tal y como recoge Catholic Herald, quienes participen en la Vigilia de Oración Nacional por la Vida o en otras celebraciones sagradas oficiadas a propósito de la Marcha por la Vida – que tendrá lugar en Washington D.C el próximo 18 de enero – podrán obtener una indulgencia plenaria.

Así lo ha anunciado el arzobispo de Arlington, Mons. Michael Burbidge, en un comunicado sobre la manifestación, que, como en años pretéritos, se prevé multitudinaria: ‘La Sagrada Penitenciaría Apostólica ha garantizado una indulgencia plenaria que podrá ser obtenida, bajo las condiciones habituales, por aquéllos que participen en los actos sagrados celebrados los días 17 y 18 de enero’.

En su nota, el purpurado señala también que los que, por motivos justificados, no puedan participar en los actos no tienen por qué renunciar a la indulgencia: ‘Los ancianos, los enfermos y quienes no deban abandonar el hogar pueden ganar la indulgencia si se unen espiritualmente a esos eventos y ofrecen a Dios sus oraciones y penitencias’.

Las indulgencias plenarias consisten en la remisión de las penas debidas a pecados que ya han sido absueltos. Las condiciones necesarias para su obtención son que el individuo esté en gracia antes de acabar la obra premiada, que tenga intención – al menos general – de obtener la indulgencia, que muestre una disposición interior de desapego al pecado y que se confiese y comulgue veinte días antes o veinte días después de realizar la acción premiada.

La Vigilia de Oración Nacional por la Vida se celebrará entre el 17 y 18 de enero en la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción. Comenzará con una misa oficiada por el arzobispo de Kansas, Joseph Naumann, que es presidente del Comité pro-vida de obispos estadounidenses; misa a la que seguirán confesiones, rosarios, horas santas y Laudes. Ya por la mañana, la vigilia culminará con una misa oficiada por el obispo de Richmond, Barry Knestout.

Se trata de la antesala perfecta para la Marcha por la Vida, convocada este año bajo un lema sobremanera elocuente: ‘Único desde el primer día. Pro-vida es pro-ciencia’. Como en ocasiones anteriores, el objetivo de la manifestación es expresar una oposición pública y masiva a sentencia emitida por el Tribunal Supremo en 1973 con respecto caso Roe vs Wade, que propició la despenalización del aborto en todo el país.

Para adentrarnos en el espíritu que inspira la marcha, recurramos de nuevo al comunicado del arzobispo de Arlington: ‘Enero nos brinda la oportunidad de expresar nuestra creencia en la dignidad y el valor de la vida humana, así como de expresar testimonio de que no permaneceremos silentes mientras injusticias como el aborto sigan teniendo cabida en nuestra sociedad’.

‘Rezo por que un día, unidos en la oración, y perseverantes en nuestra defensa de los no nacidos y los vulnerables, consigamos acabar con toda expresión de injusticia o de violencia contra la vida humana’, sentencia.

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