A través de un comunicado, la diócesis de Ciudad Juárez, encabezada por el obispo José Guadalupe Torres Campos, expresó su “profundo sentido de responsabilidad, asegurando que ha acompañado el proceso judicial con respeto a la verdad y cercanía a las personas afectadas por el caso del padre Eliseo RS, sentenciado a cuatro años y diez meses de prisión por el abuso sexual cometido contra una menor de edad en 2013.
En el documento, la diócesis de Ciudad Júarez señala un profundo lamento por los hechos y el daño causado: «Como Iglesia lamentamos profundamente todo acto que haya causado sufrimiento, escándalo o desconfianza en el corazón del pueblo de Dios», asegurando que el proceso se acompañó con respeto a la verdad, apertura a la justicia y cercanía a las personas afectadas. “Somos conscientes que ninguna herida debe ser minimizada o ignorada”, señaló el documento, el cual afirmó que el compromiso de la Iglesia no es sólo institucional, es “evangélico”.
Además, afirmó que continuará con el proceso canónico correspondiente, en diálogo con la Santa Sede, para garantizar transparencia y un enfoque pastoral. “Estamos conscientes de que ninguna herida debe ser minimizada o ignorada”, señaló la diócesis, confiando el proceso de justicia y sanación a la Virgen de Guadalupe, pidiendo, además, la oración de los fieles en “este camino de verdad, justicia y sanación”.
Sobre el caso, la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género y a la Familia de la Zona Norte destacó, en un comunicado, que, con base en las pruebas que presentó el agente del Ministerio Público de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Contra la Libertad y Seguridad Sexual y el Normal Desarrollo Psicosexual, el órgano jurisdiccional declaró a Eliseo R. S., penalmente responsable y le dictó la sentencia privativa de la libertad que purgará en el Centro de Reinserción Social número 3”
Los hechos delictivos tienen más de una década cuando el 2 de junio de 2013 en las instalaciones de un templo ubicado en la carretera Juárez-Porvenir, Eliseo RS aprovechó su posición de autoridad espiritual para perpetrar el delito. De acuerdo con el testimonio de la víctima, los abusos ocurrieron en la casa parroquial en un contexto de confesión cuando el sacerdote manipuló la fe y el respeto que ella le tenía como figura religiosa. Además, se señaló que el sacerdote realizaba confesiones en espacios no habituales, como fuera del confesionario, lo que facilitó el acto ilícito.
El juez Víctor Iván Rodríguez Trejo, encargado del caso, también exhortó públicamente a la diócesis de Ciudad Juárez a revisar y reformar de manera urgente sus protocolos de interacción entre sacerdotes y menores de edad. Entre las recomendaciones, se pidió limitar las confesiones privadas con menores de 18 años y establecer programas obligatorios de capacitación en prevención de abuso sexual y perspectiva de género para el personal religioso y administrativo. Aunque este exhorto no es vinculante, busca promover la protección de niñas, niños y adolescentes en espacios eclesiales.
La sentencia será cumplida en el Centro de Reinserción Social número 3 de Ciudad Juárez y ha suscitado que organizaciones como el Movimiento Estatal de Mujeres de Chihuahua exijan a la diócesis transparentar sus medidas de prevención y garantizar entornos seguros para los más vulnerables.
La condena al padre Eliseo RS se suma a otra que también sentenció a otro sacerdote de Ciudad Juárez por abusos sexuales. En febrero de 2021, Aristeo Baca fue encontrado culpable de haber cometido los delitos de violación y un abuso sexual en contra de una niña. Hasta la audiencia de alegatos, el acusado defendió siempre su inocencia de tres delitos que se le imputaron una violación a finales de diciembre del 2015, un abuso sexual en septiembre del 2016 y otra violación el 28 de enero del 2018, todos en la casa parroquial de la comunidad de Santa María de la Montaña de la diócesis de Ciudad Juárez, recibiendo una setencia de más de 34 años de prisión que fue conmutada para cumplirla bajo arresto domiciliario ya que el sacerdote tenía 76 años.
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