¿Qué busca nuestro corazón si no una Verdad que sea Amor?

¿Qué busca nuestro corazón si no una Verdad que sea Amor?

En estos tiempos difíciles, de confusión e incertidumbre, la esperanza cristiana es de las virtudes que tienen su gran fundamento en la certeza del nacimiento del Hijo de Dios, el Verbo hecho carne, que tomó nuestra condición humana, menos en el pecado, para otorgarnos una vida nueva que nos enlaza de nuevo a Dios.

La Navidad es de las únicas fiestas que la humanidad recuerda, no sólo por lo que implica en la nostalgia y apego a quienes más queremos, sino es de los hechos que nos devuelven la certidumbre de que Dios está con nosotros.

Como bien afirmó el Papa Benedicto XVI: «Dios, de hecho, que es el Amor perfecto y subsistente, se reveló en Jesús asumiendo nuestra condición humana. De esta manera nos ha indicado también el camino de la paz: el diálogo, el perdón, la solidaridad. Este es el único camino que lleva a la auténtica paz».

¿Qué cosas motivan nuestra esperanza? La Navidad es una de ellas; a pesar de la violencia, el mensaje de paz siempre resuena en nuestro ser como algo que nos conmueve siempre. La Navidad de Cristo es el acontecimiento de salvación capaz de imprimir renovada esperanza a la existencia de todo ser humano.

Este es nuestro deseo sincero, desde este blog, a todos:

¡Feliz Navidad 2025!

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