En un momento crucial para la oposición política en México, el Partido Acción Nacional (PAN) efectuó su “relanzamiento” este 18 de octubre en el Frontón México. Este evento busca ser un punto de inflexión para la principal fuerza opositora tras los desafíos electorales recientes y posicionarse como una alternativa ciudadana frente al gobierno de Morena. Entre los momentos destacados estuvo el videomensaje del obispo Ramón Castro Castro, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y obispo de Cuernavaca, quien enfatizó la importancia del bien común como pilar ético para cualquier proyecto político.
El relanzamiento del PAN pretende una transformación estructural destinada a abrir las puertas del partido a la ciudadanía, bajo una «apertura total» a los ciudadanos que deseen convertirse en candidatos, eliminando burocracias tradicionales y enfocándose en la participación directa. Las dirigencias partidistas señalaron que dejarán de lado las alianzas partidistas, regresando a su esencia como una fuerza independiente y conservadora, con guiños especiales a los jóvenes y la sociedad civil.
Una de las novedades clave es una nueva aplicación móvil que permite a cualquier persona afiliarse al PAN con solo un clic, opinar sobre políticas e incluso aspirar a candidaturas sin intermediarios. Este enfoque busca democratizar el partido haciéndolo más accesible y representativo de la clase media aspiracional, defendiendo valores como la patria, la familia y la libertad.
El evento reunió a dirigentes nacionales, gobernadores, exgobernadores, senadores, diputados, alcaldes y militantes. Se proyectaron mensajes de apoyo de figuras prominentes como el historiador Enrique Krauze, el exconsejero presidente del INE Lorenzo Córdova Vianello y el expresidente del gobierno español José María Aznar. Krauze y Córdova instaron a los panistas a resistir lo que llamaron una «regresión autoritaria», mientras Aznar enfatizó la necesidad de defender la democracia liberal. Uno de los aportes de la esfera espiritual fue el videomensaje del obispo Ramón Castro Castro, quien conectó los ideales del PAN con principios éticos y cristianos.
Sin mencionar el nombre del partido, Castro Castro, en el mensaje dirigido a los «panistas», profundizó en el concepto del bien común como una categoría moral, social y espiritual arraigada en la dignidad humana. Citando el Concilio Vaticano II, definió el bien común como «el conjunto de condiciones de la vida social que permiten a los grupos y a cada uno de sus miembros alcanzar más plena y fácilmente su propia perfección». Destacó dos claves fundamentales: primero, que el bien común abarca el de todos y cada uno, no oponiéndose al individual sino elevándolo, y solo alcanzable colectivamente. Segundo, que va más allá del bienestar material, apuntando al desarrollo integral de las personas, incluyendo aspectos morales y espirituales.
El obispo enfatizó la dimensión comunitaria del ser humano: «Ninguno de nosotros se basta a sí mismo. Todos necesitamos de los otros para realizar nuestra humanidad». Vinculó esto a la enseñanza del Papa Francisco en su encíclica Fratelli Tutti, describiendo el trabajo por el bien común como un «acto de amor social» y una «forma concreta de caridad política” y subrayó la responsabilidad compartida de cada ciudadano en su ámbito cotidiano: familia, trabajo, escuela y comunidad. Advirtió que olvidar esta corresponsabilidad lleva a la decadencia social, mientras que asumirla fortalece la convivencia en justicia, verdad y solidaridad.
El presidente de la CEM presentó el bien común como el «horizonte ético» que da sentido a la convivencia y el criterio moral para evaluar proyectos políticos. Concluyó con un llamado espiritual: «Trabajar por el bien común es, de cierto modo, cooperar con el designio divino de amor que busca reunir a toda la humanidad en una sola familia. Ánimo. Dios los bendiga». Este mensaje resonó particularmente en un partido con raíces católicas reforzando la idea de que la política debe trascender lo partidista para enfocarse en lo humano.
El relanzamiento ocurre en un contexto de debilidad histórica para la derecha mexicana, tras las elecciones de 2024 donde Morena consolidó su dominio. El PAN, fundado en 1939, ha gobernado México en dos periodos presidenciales (2000-2012) y mantiene fortalezas en estados como Guanajuato y Querétaro. Sin embargo, enfrenta críticas por su asociación pasada con alianzas opositoras que no fructificaron. Al distanciarse de coaliciones con el PRI y el desaparecido PRD, el partido apuesta por su identidad propia, atrayendo incluso a exmilitantes de esos partidos. La nueva imagen incluye un logo modernizado en tonos azules, simbolizando renovación y cercanía.
Críticos argumentan que este relanzamiento es más un evento interno que un verdadero giro hacia la sociedad, polarizando aún más el debate político. No obstante, para los panistas representa una oportunidad de reconectar con la base ciudadana cansada de los «malos resultados» del régimen actual. El videomensaje de Castro Castro añade un matiz ético, recordando que la oposición no solo debe criticar, sino proponer un camino hacia una sociedad más humana.
En resumen, el relanzamiento del PAN busca transformar al partido en una plataforma abierta y ciudadana, con herramientas digitales y un enfoque en valores tradicionales. El apoyo de figuras como el obispo Castro Castro subraya su compromiso con el bien común, potencialmente atrayendo a sectores conservadores y católicos. Si esta estrategia logra movilizar a la juventud y la sociedad civil, el PAN podría fortalecerse como la principal oposición en México, defendiendo la democracia en un panorama cada vez más desafiante.
El videomensaje proyectado en el Frontón México puede ser visto aquí
https://www.youtube.com/watch?v=F7biR4FDYBU