En un México marcado por la violencia, las divisiones y el miedo, las parroquias del país están emergiendo como faros de esperanza y reconciliación. Bajo el lema «Sanar para construir la paz», una iniciativa impulsada por el Diálogo Nacional por la Paz, liderado por organizaciones sociales y eclesiales como la Compañía de Jesús, propone un camino transformador para las comunidades. Este esfuerzo se materializa en una guía práctica diseñada para acompañar procesos de sanación comunitaria, enfocada en restaurar el tejido social en barrios, colonias y comunidades afectadas por el dolor y la desconfianza.
La guía, titulada Sanar para construir la paz, ofrece un proceso estructurado en siete sesiones que invita a las parroquias a emprender un discernimiento comunitario. Este itinerario incluye pasos clave como el diagnóstico comunitario, el encuentro entre vecinos, la identificación de recursos locales, la definición de problemas compartidos, la formación, la construcción de soluciones colectivas y el compromiso con acciones concretas. Inspirada en la pedagogía de Jesús, que sanaba a través del encuentro y restauraba vínculos rotos, la propuesta busca fomentar la responsabilidad colectiva para transformar realidades marcadas por la fractura social.
«Este es un llamado a mirar con ternura nuestras comunidades, a escucharnos con sinceridad y a comprometernos con acciones que generen vida y paz», señala el documento. Las metodologías propuestas, como conversatorios, círculos restaurativos y talleres experienciales, están basadas en la pedagogía del «buen convivir» desarrollada por CIAS POR LA PAZ A.C. Estas herramientas buscan crear espacios de confianza, participación y esperanza, donde los encuentros vecinales se conviertan en momentos de escucha profunda, guiados por el espíritu de reconciliación.
La Compañía de Jesús en México, una de las organizaciones impulsoras, subraya que la paz no es un ideal lejano, sino una construcción que comienza desde abajo. A través de la escucha mutua, la organización comunitaria y el compromiso concreto, las comunidades pueden convertirse en signos vivos del Reino, promoviendo dignidad, justicia y reconciliación. «Sanar no es un lujo, es una urgencia evangélica», enfatiza la guía, destacando la necesidad de procesos que restauren la confianza y fortalezcan los lazos sociales.
El material de Sanar para construir la paz, que incluye una guía práctica y diapositivas de apoyo, está disponible para su descarga en línea, invitando a parroquias y comunidades a sumarse a esta iniciativa. En un contexto donde la violencia y el miedo han fragmentado a la sociedad mexicana, esta propuesta representa un paso audaz hacia la sanación colectiva, demostrando que la paz es posible cuando las comunidades se unen con esperanza y compromiso.
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