Titubeante, atropellado, jugando con la cadena de su pectoral… Raúl Vera López, emérito de Saltillo, sabe de la gravedad del error cometido, pero sus argumentos, débiles e injustificados, admiten que lo peor fue que la misa con la reverenda Emilie Therese fuera transmitida y grabada.
El hecho podría haber pasado sin mayor gloria y mucha pena si no es que, como todo, los delirios y locuras, pueden ser subidos a redes sociales creyendo que no habrá consecuencia alguna.
Don Raúl fue llamado por el obispo Hilario González García, a quien el Papa León ha integrado como miembro del dicasterio para clero. Ante medios, el dominico relativizó los hechos como simple falla disciplinar. ¿Su razones? Débiles e insuficientes: la visita de la reverenda Emilie en Saltillo, su trabajo conjunto en SICSAL, el viaje desde Canadá hasta Brasil para participar en la COP30 de cambio climático… “Llévate tus cosas y concelebra conmigo”, le dijo el prelado quien en junio cumplió 80 años.
Ahora, no se sabe que sanción podría tener. Pero la seguridad de Raúl Vera se afianza en su calidad de emérito dándole particular inmunidad para que esto no escale. Admite que su sucesor, Hilario González, y él quedaron en buenos términos con una sonrisa y la palmadita de “aquí no ha pasado nada”… porque como dice el obispo: “Al cabo que no fue una misa súper… sólo fue una misa”…
La entrevista a medios puede ser vista aquí:
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