México se despide de San Judas Tadeo, reliquia regresa a Roma custodiada por canónigo Hugo Valdemar

Las campanas de la catedral metropolitana de la arquidiócesis de México repicaron con un eco de gratitud y nostalgia el pasado 11 de diciembre, marcando el cierre de una gira espiritual sin precedentes. La reliquia de primer grado de San Judas Tadeo –un fragmento óseo del brazo del apóstol de las causas imposibles– abandonó suelo mexicano después de 17 meses de recorrido ininterrumpido, regresando a su hogar en la parroquia de San Salvatore in Lauro, en Roma. Bajo la custodia del canónigo Hugo Valdemar Romero de la catedral metropolitana, la sagrada osamenta fue entregada al párroco monseñor Pietro Bongiovanni en una ceremonia emotiva que selló el vínculo de devoción.

El viaje de ida y vuelta de esta reliquia, autenticada por el dicasterio para las Causas de los Santos del Vaticano, fue un torrente de fe que inundó las calles, plazas y templos de México. Iniciado el 29 de julio de 2024 con su llegada al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el peregrinaje fue recibido por Víctor González Herrera, presidente ejecutivo del Grupo Por Un País Mejor y heredero del emblemático «Dr. Simi», junto a su padre, Víctor González Torres. Monseñor Valerio di Palma, canónigo de la Basílica de San Pedro, la entregó en un gesto que simbolizaba la bendición papal para una nación sedienta de esperanza. Desde ese instante, el «Judasmóvil» –una camioneta con vitrales panorámicos diseñada para exhibir la reliquia– se convirtió en el vehículo de milagros itinerantes, cubriendo más de 85 diócesis de las 98 que conforman la geografía eclesial mexicana.

 El itinerario, orquestado por Farmacias Similares y el Grupo Por Un País Mejor en colaboración con la Conferencia del Episcopado Mexicano, se dividió en ocho etapas cronológicas que abarcaron desde el centro del país hasta los confines del Pacífico y el norte. La primera fase, del 29 de julio al 20 de agosto de 2024, se centró en la Zona Metropolitana del Valle de México y Puebla. La reliquia desembarcó en la catedral metropolitana a las 15:50 horas, ingresando por la Puerta del Perdón –abierta solo cada 25 años–. Una misa solemne inauguró el tour con procesiones que duraron hasta el 31 de julio.

Los días siguientes fueron de una gira incansable de veneración: el 1 y 2 de agosto en la Iglesia de San Hipólito, en el corazón histórico de la capital; el 3 y 4 en la parroquia de San Judas Tadeo en Cuemanco; el 5 en la parroquia de la Purísima Concepción en Tlacopac y el 6 en el Santuario de San Judas de Azcapotzalco. La segunda etapa, del 2 de septiembre al 20 de octubre de 2024, extendió el brazo apostólico a diócesis como Tlalnepantla, Ecatepec, Nezahualcóyotl y Tlaxcala donde cientos de fieles y devotos, portando rosarios, peticiones escritas y testimonios de curaciones, expresaron su fe al apóstol de las causas difíciles.

La tercera fase, del 21 de octubre al 23 de diciembre de 2024, viró hacia el sureste y Pacífico, tocando Oaxaca con paradas emblemáticas. El 7 y 8 de noviembre en la catedral de Tehuantepec y el 9 y 10 en la catedral de Nuestra Señora de los Dolores en Puerto Escondido. En la prelatura de los Mixes, el 13 de noviembre, la reliquia bendijo Ayutla con una misa al aire libre que reunió a comunidades indígenas en oración por la paz. Puebla no se quedó atrás. Del 27 al 29 de agosto, en la arquidiócesis con visitas a Tehuacán que incluyeron la catedral de la Inmaculada Concepción y parroquias como Nuestra Señora del Carmen.

El 2022, la gira fue más extensa. La cuarta etapa, del 6 de enero al 12 de abril, exploró el Bajío y Pacífico, llegando a Jalisco del 20 de enero al 3 de febrero. La quinta y sexta, del 28 de abril al 3 de agosto, al norte,  Monterrey, Chihuahua y Tijuana fueron testigos de vigilias nocturnas que duraban hasta la medianoche. La séptima, del 3 de agosto al 10 de octubre, regresó al centro con énfasis en Veracruz y Hidalgo, mientras la octava, del 10 al 30 de octubre, profundizó en Morelos y Guerrero.

La etapa final, del 1 de noviembre al 10 de diciembre de 2025, fue un adiós cargado de emoción. La reliquia recaló en la Ciudad de México el 26 de noviembre, visitando primero la Parroquia de San Josemaría Escrivá en Santa Fe del 5 al 6 de diciembre y luego la Purísima Concepción Tlacopac del 2 al 4. El clímax llegó del 9 al 11 de diciembre en la catedral Metropolitana: recepción a las 10:00 horas del día 9, veneración continua hasta las 19:00 del 10, y una misa de despedida el 11 a las 9:30 horas.

En Roma, el canónigo Romero devolvió la reliquia a Mons. Bongiovanni en una muestra de agradecimiento que, incluso, durante el vuelo a Roma, la tripulación del vuelo se tomó una foto junto al relicario.

Esta gira fusionó devoción popular con mercadotecnia revitalizando la fe católica en un país de 130 millones de habitantes tejiendo una esperanza colectiva.

 

 

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