El Consejo de Presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) inició una visita oficial a la Ciudad Eterna desde el 14 de septiembre, con el objetivo de reforzar los vínculos con la Santa Sede y promover la colaboración pastoral. Durante los primeros días, los obispos mexicanos han participado en encuentros espirituales, celebraciones litúrgicas y reuniones con dicasterios vaticanos, culminando en una audiencia prevista con León XIV.
La delegación, integrada por los obispos del Consejo de la presidencia, Ramón Castro Castro, presidente de la CEM; el obispo auxiliar de México, Héctor Mario Pérez Villarreal, secretario general; el arzobispo de San Luis Potosí, Jorge Alberto Cavazos Arizpe, tesorero y de los vocales, Roberto Yenny García, obispo de Ciudad Valles y Felipe Pozos Lorenzini, obispo de Ciudad Obregón, además de secretarios ejecutivos y asesores de la presidencia de la CEM, arribó a Roma para una agenda que incluye diálogos con instancias clave de la Curia Romana. Según fuentes oficiales de la CEM, esta visita busca «fortalecer los vínculos de comunión y servicio eclesial» en un contexto de sinodalidad y compromiso con el Pueblo de Dios.
El periplo comenzó el 15 de septiembre con una visita al Pontificio Colegio Mexicano, donde el Consejo sostuvo un «encuentro espiritual y fraterno» con la comunidad sacerdotal en formación. Durante el evento, se celebró una Eucaristía en la capilla del colegio, presidida por los obispos, quienes posaron para fotografías grupales ataviados con vestimentas litúrgicas blancas. Imágenes compartidas muestran al grupo frente a un mosaico del Crucificado y una réplica de la Virgen de Guadalupe, simbolizando la conexión entre la fe mexicana y la tradición romana.
La CEM destacó que esta actividad forma parte de una serie de reuniones destinadas a «fortalecer los lazos de comunión». Como punto central de la visita, se anunció una audiencia con Su Santidad, en la que los obispos manifestarán «la cercanía, comunión y compromiso de la Iglesia en México con el Sucesor de Pedro».
Al día siguiente, el 16 de septiembre, la delegación se trasladó a la Basílica de San Pedro, uno de los sitios más emblemáticos del Vaticano. Allí, celebraron la Eucaristía en la tumba del Apóstol Pedro, un momento descrito como de «profunda comunión con la Iglesia universal». Los obispos, vestidos con casullas rojas en honor a la festividad litúrgica, encomendaron el servicio pastoral de la Iglesia mexicana y los frutos de sus diálogos con los dicasterios vaticanos.
Fotografías del evento capturan al grupo en oración colectiva, así como en poses formales bajo el baldaquino de Bernini y en capillas laterales. Una imagen notable muestra a dos obispos de espaldas, orando ante una imagen de la Virgen de Guadalupe, fusionando elementos de devoción mexicana con el entorno vaticano.
Más tarde ese mismo día, el Consejo de Presidencia visitó la Secretaría de Estado de la Santa Sede, así como los Dicasterios para los Obispos y para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. Estos encuentros tuvieron como fin «renovar el compromiso de trabajar en unidad pastoral» y compartir experiencias para un servicio «más cercano, integral y solidario».
La CEM enfatizó el espíritu sinodal de las discusiones, impulsando «caminos de colaboración» entre la Iglesia mexicana y la universal. Hashtags como #IglesiaMéxicoEnElVaticano y #CEMconElPapa han sido utilizados en redes sociales para difundir estas actividades, generando interacción entre fieles y observadores eclesiales.
Esta visita se enmarca en un periodo de renovación para la Iglesia católica en México, que enfrenta desafíos como la migración, la violencia y la promoción de la paz. Programada desde febrero pasado, la visita se postergó debido a la enfermedad y posterior deceso del Papa Francisco. Electo León XIV, el nuevo Consejo de la presidencia de la CEM para el trienio 2024-2027 acude puntualmente a su encuentro con el obispo de Roma en orden a la unidad y diálogo sobre el trabajo pastoral de la Iglesia de México además de las visitas programadas a diversos dicasterios conforme a las necesidades pastorales para tener el apoyo de organismos curiales de la Santa Sede.
La CEM ha invitado a los fieles mexicanos a unirse en oración por el éxito de esta misión, reforzando la unidad entre la Iglesia local y la Sede de Pedro.
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