El arzobispo de Tijuana, Francisco Moreno Barrón, condenó enérgicamente las recientes redadas migratorias en Los Ángeles, California, calificándolas de “inhumanas” y “desintegradoras de las familias” al generar “heridas imborrables”. Sus declaraciones, emitidas días antes de las movilizaciones que se prevén el sábado 14 de junio en la ciudad estadounidense, reforzaron los llamados de la Iglesia católica a promover una migración ordenada, humana y digna.
En conferencia de medios locales, Moreno Barrón expresó: “Son procedimientos inhumanos. Creo que se pueden pulir, de tal manera que no impacten con esas huellas imborrables que dejan estas redadas sorpresivas y que desintegran a las familias”. El arzobispo abogó por un “orden internacional más justo” que fomente el progreso en las comunidades receptoras de migrantes y evite operativos que causen sufrimiento.
Moreno Barrón, conocido por su compromiso con la defensa de los derechos de los migrantes, reiteró la postura de la Iglesia: “Mantendremos nuestro llamado constante a favor de una migración humana que permita el libre tránsito de personas de forma auténtica y con dignidad”. Además, instó a la comunidad internacional a “abrir la mente y el corazón” para mejorar las condiciones de vida en los países de origen y evitar “salidas masivas y desordenadas” que resultan en tragedias.
La Arquidiócesis de Tijuana, bajo la guía de Moreno Barrón, ha sido un pilar en la atención a migrantes, gestionando albergues y programas de apoyo en una de las zonas de mayor flujo migratorio entre México y Estados Unidos. Las declaraciones del arzobispo se producen en un momento de alta tensión en la frontera, donde las políticas migratorias siguen generando debate y movilizaciones a ambos lados.
Las redadas del viernes 6 de junio por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en diversos puntos de Los Ángeles, resultaron en al menos 44 detenciones, según reportes de la arquidiócesis de Los Ángeles. Estas acciones, realizadas sin el consentimiento del gobernador de California, desataron disturbios y protestas ciudadanas. Este sábado 14 de junio, se espera la movilización de miles en el centro de Los Ángeles para exigir el cese de estas operaciones y demandar políticas migratorias más justas. El arzobispo de Los Ángeles, José Horacio Gómez, también se pronunció, pidiendo “moderación y calma” a las autoridades y manifestantes.
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