Con una solemne Eucaristía en la catedral metropolitana, la arquidiócesis de Guadalajara inicia el año sacerdotal 2025-2026, tiempo de gracia dedicado a la oración, la reflexión y el agradecimiento por el ministerio sacerdotal y en especial por el fomento a las vocaciones de las cuales Guadalajara es semillero abundante en México.
El año sacerdotal se propicia para celebrar el 50 aniversario de ordenación del cardenal José Francisco Robles Ortega, ordenado el 20 de julio de 1976, y buscará renovar el compromiso de la comunidad eclesial con las vocaciones sacerdotales y honrar la trayectoria del pastor que ha guiado a la Iglesia tapatía en los últimos catorce años.
Robles Ortega, nacido en Mascota, Jalisco, en 1949, ha sido una figura relevante en la Iglesia de México. Ordenado sacerdote para la diócesis de Autlán, su ministerio lo llevó a servir como obispo auxiliar de Toluca, arzobispo de Monterrey y, desde 2011, arzobispo de Guadalajara. Cardenal desde 2007 por concesión de Benedicto XVI, ha destacado por una especial renovación y empuje de las esteructuras de la arquidiócesis de Guadalajara, especialmente la promoción de vocaciones, su servicio a la Conferencia del Episcopado Mexicano como presidente de los obispos de México por dos trienios a partir de 2012 y hasta 2018.
La misa de apertura de este jubileo, presidida por el propio cardenal este 20 de julio, reunió a sacerdotes, religiosos y laicos de parroquias, conventos y colegios de la arquidiócesis. En su homilía, Robles expresó su gratitud: “Este año sacerdotal es un momento para agradecer a Dios por el don del sacerdocio y para pedir por la santificación de los sacerdotes y el aumento de vocaciones”. La arquidiócesis preparará materiales litúrgicos y catequéticos para fomentar la reflexión sobre el sacerdocio como servicio y entrega, destacando la figura del cardenal hasta el 2026.
El año sacerdotal también responde a los desafíos actuales de la Iglesia. En un contexto de violencia en México, Robles ha alzado la voz contra la inseguridad, recordando su propia experiencia al ser retenido por el crimen organizado en 2022. Su liderazgo, marcado por un equilibrio entre la doctrina tradicional y la apertura al diálogo, ha fortalecido a la arquidiócesis como un referente en la formación de sacerdotes, ordenando a decenas cada año.
La comunidad eclesial ha sido invitada a unirse espiritualmente con actividades que incluyen peregrinaciones, retiros y oraciones por las vocaciones. El cardenal, quien presentó su renuncia al cumplir 75 años, permanece al frente de la sede metropolitana por mandato del papa Francisco, mientras que se da algún perfil idóneo para suceder a Robles Ortega que, al momento, no parece ser relevado, al menos en este año de su jubileo al reafirmar su compromiso: “Mi deber es seguir sirviendo hasta que Dios disponga”, además de que en, en redes sociales, el purpurado agradeció la iniciativa para apreciar el don del sacerdocio bautismal y ministerial intensificando la oración y el trabajo para fomentar las vocaciones en el seno de las familias y parroquias.
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