Los lectores que no conocen Roma nos muestran su confusión con al famosa Ostia Antica y la Ostia Nova. La celebración del Corpus de Papa Francisco ha tenido lugar llamado oficialmente el Lido de Ostia. Estamos en la desembocadura del rio Tiber que tiene sus caprichos e inundaciones y ha modificado la geografía de la zona en los últimos siglos. La antigua ciudad y puerto de Ostia hoy es poco más que una excavación arqueológica alejada del mar y del rio que le dieron origen y sentido. Su antiquísima diócesis hoy es solo un nombre con el territorio simbólico ocupado por su pequeña catedral.
El municipio X de Roma ( para los mayores el ex municipio XIII ) incluye los dos enclaves y esto se puede prestar a confusión. El Lido de Ostia se encuentra al lado del mar en la actualidad en tierras de sedimento del Tiber que hace unos siglos no existían. Para los no romanos está separado de Fiumicino solamente por el cauce actual del Tiber. El Lido es una ciudad nueva de unos 90.000 habitantes y centrada en el turismo. Los romanos nos echamos al mar al menor rayo de sol. La presencia del Papa Francisco en Ostia viene interpretada como un manifiesto antimafia. Ostia es el punto de encuentro y de negocios donde el imaginario romano centra la delincuencia de más alto nivel. La existencia de discretas zonas residenciales , sobre todo en la Isola Sacra, y de negocios de temporada, hace que sea un punto muy discreto de encuentro al lado de la capital. Esta es una realidad muy desconocida para los turistas que en su mayoría ignoran que Roma también tiene playa.
De la visita del Papa Francisco de ayer queda una nueva llamada a acoger inmigrantes. Al mismo tiempo y en Sicilia el nuevo gobierno Italiano dejaba claro que clandestinos ni uno y anunciaba recortes en los recursos destinados a la acogida. Italia esta sufriendo una auténtica invasión y cada ver son mas aplaudidos los que quieren pararla y se entiende menos las continuas llamadas a la acogida indiscriminada del Papa Francisco. Será un tema que causara polémica en lo próximos meses. La iglesia cuenta con muchos centros de acogida pero pagados con la generosas ayudas del gobierno italiano. No será fácil mantener la acogida cuando falten los dineros.
El caso de Chile y no sólo esta haciendo saltar todas las alarmas y está tocando la credibilidad del Papa Francisco que ha predicado incansablemente la tolerancia cero. La maquinaria de la curia romana no esta preparada para tratar los complicados casos de abusos de menores entrando en constante enfrentamiento con la justicia civil. No es una cuestión sólo canónica sino que hablamos de gravísimos delitos muy penalizados en todos los países. El mandar un comisario a investigar, a un territorio que no conoce y con escasos medios, sin un equipo jurídico ni medios materiales, ha provocado que nos encontremos en esta situación. Estamos viendo como los órganos responsables de la diócesis se están lavando las manos y apelan a los romanos. La acumulación de casos sin solucionar desespera a acusados y acusadores que terminan haciendo públicos los datos que tenían que permanecer en sede judicial. La iglesia no cuenta con una estructura capaz de tratar estos complicados casos y por eso se recurre a intentar soluciones que no solucionan nada. No hace tanto tiempo no se discutía una decisión de un obispo, hoy nos tenemos que acostumbrar a que se discute incluso la del papa, y ya sabemos por confesión propia que se equivoca y como.
Los nuevos aires que están deshilachando Europa y que están cambiando las posiciones de muchos temas en grandes países harán que entremos en una nueva situación de la que parece que en el Vaticano, por ahora, no quieren enterarse.
Buena Lectura.
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