Los idus de Bertone y el robo al Niño Jesus, Müller maltratado , Spadaro y el odio ecuménico, Roma caput mundi de la cocaina.

Se acercan en Roma los idus de julio, en este mes que dedica su nombre celebrar al gran emperador romano Julio Cesar y con calores siempre superiores a 30°.

Como ya informamos en Specola, el extraño juicio sobre el famoso ático del cardenal Bertone empieza su andadura en los idus de julio. Vemos en las noticias una gran confusión, sobre todo en el mundo hispano,  con la estructura  jurídica del micro Estado Vaticano. Se confunden las jurisdicciones canónica y civil.  El estado ciudad del Vaticano es un estado a todos los efectos pero gobernado por su santidad el Papa Francisco como monarca absoluto.  No debemos confundir su estructura civil como estado con la iglesia católica. En el caso del Estado ciudad del Vaticano las cosas de Dios son de Dios, pero las cosas del César, son también de Dios. Es inevitable que en una realidad tan pequeña y diminuta sucedan continuamente cosas extrañas que no se ajustan a lo que entendemos por derecho civil en los países de nuestro entorno. En el año 1929 nace el Vaticano y asume el derecho civil que estaba en ese momento en vigor en Italia y así permanece a día de hoy. Hablamos del código civil Zanardelli y del código penal Rocco. Éstos códigos se encuentran en vigor en Italia hasta después de la Segunda Guerra Mundial donde son superados y se pasa a un sistema fundamentado en los derechos humanos y de la persona.  El sistema jurídico Vaticano es un sistema inquisitorial, no es un chiste, y por tanto son las autoridades las que se lo guisan y se lo comen, los imputados pueden hacer muy poco. Lo más cómodo en este sistema es que el imputado se declare culpable y así el juez lo tiene mucho más fácil. El objetivo del proceso es controlar todos los elementos para llegar a  la figura del reo confeso,  donde el tribunal no le queda otra opción que ser muy generoso ya que la pena ha sido reconocida. El sistema Vaticano contempla hoy la tortura ,la física y la psicológica, para conseguir la confesión. Con estos preámbulos entenderá que la puesta en escena del tribunal, es eso, una puesta en escena y no tiene mucho que ver con la justicia, con la búsqueda de pruebas, con el derecho de defensa, con el respeto a la vida privada y a los derechos personales… Esto hace que muchos lectores no entiendan lo que verdaderamente está pasando y porque se acusa dos personas que lo único que pueden decir  es que yo hice lo que me mandaron. Es evidente que en el actual caso, fué el cardenal Bertone el único beneficiado,  aunque parece ser que no se había enterado de nada. Es evidente que en una estructura tan jerárquica y tan pequeña y los pagos justos o  injustos venían autorizados por las máximas autoridades del governatorato , el cardenal Bertello y el secretario mons Vergez, actualmente desaparecidos y, seguro,  que no se enteraron.  Veremos como termina todo esté teatrillo pero como decía ayer uno de los titulares no estamos ante un escándalo más del Vaticano sino que de día en día estamos entendiendo que el Vaticano es en sí mismo un escándalo.