En los sacros palacios empieza a generalizarse el pensamiento de que estamos cerrando el pontificado del Papa Francisco. El Papa León parece que se ha puesto como límite para la clausura el final de año jubilar; con el cierre de la puerta santa se cerrará el tiempo de Francisco. Ya de regreso al Vaticano, tras su primer viaje apostólico y un día de descanso en Castelgandolfo, el papa León XIV cumplió su horario la mañana de este jueves. El tema de los Heraldos está que arde, la Brambilla ha quedado al descubierto y parece que al Papa León, que dice y repite que ‘se la ha encontrado’ no le está gustando nada como se esta gestionando este tema y tantos otros. Tuvimos audiencia con el comisario de los Heraldos el cardenal Raymundo Damasceno y Mons. Antônio Luiz Catelan, el obispo auxiliar de Río. No encontramos las fotos del encuentro, pero se ha producido y mucho nos tememos que la Brambilla ha sido uno de los temas de la conversación. La Prefectura de la Casa Pontificia anuncia que las meditaciones de Adviento estarán a cargo del Predicador de la Casa Pontificia, Pasolini, sobre el tema «Esperando y Acelerando la Venida del Día de Dios (2 Pedro 3,12)»: La Esperanza Jubilar entre la Esperanza del Señor y la Universalidad de la Salvación». Las meditaciones tendrán lugar en el Aula Pablo VI los viernes 5, 12 y 19 de diciembre en presencia del Papa León XIV. El Papa León XIV se reunirá con los jóvenes de la Diócesis de Roma el 10 de enero. Así lo anunció el Vicario General de la Diócesis de Roma, el Cardenal Reina.
Sorprendete la publicación ayer de los documentos fechados hace meses y que su mera lectura literal suena muy dura. Las dos comunicaciones publicadas por la Oficina de Prensa —la nota sobre el diaconado femenino y el quirógrafo con el que León XIV abolió la Comisión de Recaudación de Fondos establecida hace apenas diez meses por el papa Francisco— ofrecen una perspectiva importante sobre el nuevo pontificado. No se trata de señales marginales ni técnicas, sino de pistas que revelan cómo el nuevo Papa, moviéndose dentro de un presunto marco de la continuidad, está configurando gradualmente la dirección con un estilo y prioridades distintos.
Tenemos el quirógrafo Vinculum unitatis et caritatis con el que el Papa León suprime sin dejar rastro la comisión de coordinación de recaudación de fondos de la Santa Sede creada este mismo año por el Papa Francisco. La noticia ha conmocionado al Vaticano: el Papa León XIV ha dicho basta a la Commissio De Donationibus pro Sancta Sede , el organismo establecido por el Papa Francisco el 11 de febrero de 2025. No solo se ha clausurado la Comisión, sino que también se ha derogado su estatuto, anulando todas las leyes y reglamentos adoptados hasta la fecha y despidiendo a todos sus miembros. El texto oficial aclara que la decisión se tomó después de que el Consejo de Economía «dedicara especial atención al estudio de la cuestión mencionada, la reexaminara y consultara a expertos en la materia». La supresión de la Comisión vuelve a poner de relieve el papel irremplazable del Óbolo de San Pedro. Mientras que el Óbolo de San Pedro recaudaba donaciones de los fieles, la Comisión, ahora abolida, fue creada con la intención del Papa Francisco de centralizarlo todo, canalizando fondos y donaciones al IOR.
En cuanto al diaconado femenino, León XIV optó por una línea de prudencia, ‘un por ahora no’, que difiere de las expectativas generadas durante la era Francisco, cuando el tema se planteó repetidamente como un tema abierto. León XIV no cierra, pero tampoco fuerza; no bloquea, redirige. El resumen de la Comisión de Estudio sobre el Diaconado Femenino, presentado al Santo Padre el 18 de septiembre, se hizo público ayer, 4 de diciembre de 2025 y está firmado por Petrocchi. La Comisión, compuesta por diez miembros —cinco hombres y cinco mujeres— fue establecida por el Papa Francisco en 2020 para continuar el trabajo de una Comisión anterior establecida por el propio Pontífice en 2016, presidida por Ladaria Ferrer con un resultado que sigue siendo en gran parte desconocido.
Petrocchi señaló la presencia de dos corrientes teológicas dentro de la Comisión que presidía: la primera, aceptando la enseñanza de Lumen Gentium , según la cual la ordenación diaconal no es ad sacerdotium , sino ad ministerium , cree que la ordenación diaconal de las mujeres no entraría en conflicto con la prohibición de la ordenación sacerdotal; la segunda, sin negar esta distinción, insiste en recordar la unidad sustancial del sacerdocio en sus tres grados, y su significado esponsal, de donde deriva la necesaria masculinidad de los candidatos. Esta división sugiere «un enfoque prudencial», acompañado de «un examen crítico riguroso y amplio del propio diaconado», de una mayor participación de las mujeres en los ministerios laicos y de la valorización de la «diaconía bautismal» como fundamento de todo ministerio eclesial. Presenta los resultados de las tres sesiones de trabajo que aprobó por unanimidad que, «en el estado actual de la investigación histórica y nuestro conocimiento de los testimonios bíblicos y patrísticos», el diaconado femenino, que se desarrolló de forma diferente en las distintas regiones del cristianismo primitivo, «no se entendía como el simple equivalente femenino del diaconado masculino y no parece haber tenido carácter sacramental». También por unanimidad, los miembros de la Comisión reconocieron que existen varias cuestiones sobre «la compatibilidad de la ordenación diaconal femenina con la doctrina católica del ministerio ordenado». Cuatro miembros se opusieron rotundamente a la introducción de un diaconado femenino ordenado, mientras que cinco se opusieron a esta postura (una votación en blanco). Cuatro miembros se manifestaron a favor de una postura provisionalmente desfavorable, pero abiertos a futuras modificaciones. Mientras que solo dos se mostraron absolutamente a favor de un diaconado ordenado femenino, al que seis miembros se opusieron (dos votos en blanco). La propuesta de establecer nuevos ministerios recibió consenso unánime. La sensación es que, a nivel de estudio y debate , nunca se alcanzará una conclusión sustancialmente compartida. El único que puede resolver definitivamente la cuestión es, obviamente, el Papa, quien decidirá si se pronuncia al respecto y cómo, ya que no está vinculado a la opinión de la Comisión.
Un intercambio de propiedad entre el Estado italiano y la Región Lacio, da luz verde a la reorganización de los hospitales de Roma. En el centro se encuentran el Umberto I, el antiguo Forlanini y el Bambino Gesù. «La parte del complejo inmobiliario estatal conocido como Policlínico Umberto I, ubicado en Roma, se transfiere a la Región del Lacio, en su estado actual de cosas y legislación, con una restricción perpetua para su uso como hospital público». Al mismo tiempo, «el inmueble conocido como el antiguo Hospital Carlo Forlanini, propiedad de la Región del Lacio, ubicado en Roma, se transfiere al Estado». La transferencia del antiguo Forlanini al Estado sería un requisito previo para el traslado al edificio Bambino Gesù. Solo cuando el área de Forlanini pase a ser propiedad del Estado se podrá formalizar la transferencia a la Santa Sede. Esta transferencia ya está consagrada en la declaración de intenciones firmada el 8 de febrero de 2024.
Y seguimos con dineros. La monja Caram afirma que el Papa Francisco le dejó una suma de dinero para comprar ambulancias para Ucrania. El Papa le dejó dinero como legado para comprar suministros de socorro para su misión humanitaria en Ucrania. Caram también habló sobre su relación con el nuevo Papa León XIV , describiéndolo como «prudente» pero «claro en sus palabras «. Parece que el con León XIV se han detenido los flujos de dinero incontrolado y afirma que le envía rosarios para los heridos y los que estaban en el frente.
El arzobispo Georg Gänswein, exsecretario personal de Benedicto XVI, espera que se abra el proceso de beatificación del difunto papa. También pide que se retome la postura del pontífice alemán sobre la Misa Tridentina. «Personalmente, espero sinceramente que se inicie este proceso [de beatificación]». Definió a Joseph Ratzinger como «un teólogo de la alegría». Respecto al futuro de la «Misa Antigua» (rito extraordinario), Georg Gänswein instó a superar las tensiones y divisiones que surgieron en la Iglesia tras la carta apostólica Traditionis custodes del papa Francisco , retomando la postura de Benedicto XVI. Con su motu proprio Summorum Pontificum de 2007 , Benedicto XVI había otorgado gran libertad a los sacerdotes, quienes podían celebrar la Misa en el rito extraordinario sin solicitar la autorización del obispo. Los grupos de fieles también podían solicitar permiso a su párroco.
En el Vaticano siempre pasan cosas raras y estos días un pequeño zorro fue avistado deambulando entre las columnas de la Plaza de San Pedro. El animal, aparentemente imperturbable ante la presencia de turistas y peregrinos, llamó la atención de los transeúntes, quienes lo miraban con asombro y grababan la escena con sus teléfonos móviles. Las imágenes del cachorro se han difundido rápidamente en redes sociales. No hace falta ser un experto para comprender que el joven zorro podría haberse alejado de su hábitat natural, impulsado por la escasez de alimentos, en busca de algo que comer. La proximidad de restaurantes y turistas puede haber hecho del centro de la ciudad un lugar «fácil» para buscar estos recursos. En el Evangelio de Lucas, Jesús llama a Herodes «ese zorro», usando al animal como metáfora negativa. El zorro del Vaticano ya se ha convertido en un símbolo de asombro, fragilidad y respeto.
Y terminamos con un largo e interesante artículo de Eleganti que analiza los encuentros interreligiosos. El 25 de enero de 1986, el Papa Juan Pablo II anunció la primera Jornada Mundial de Oración por la Paz, multirreligiosa, que se celebró el 27 de octubre de ese mismo año. Asistieron 150 representantes de diversos grupos religiosos, entre ellos el Dalai Lama Tenzin Gyatso, representantes del budismo tibetano, el hinduismo y el sijismo, Inamullah Khan, del Congreso Mundial Islámico, y el Gran Rabino de Roma, Elio Toaff. En cuanto a las reuniones interreligiosas en Asís, desde el principio, funcionarios de la curia y obispos manifestaron su preocupación. Se preguntaban si esta reunión de líderes religiosos no católicos ni cristianos no se acercaba peligrosamente a la herejía del sincretismo. ¿No equiparaban estas reuniones ipso facto a todas las tradiciones religiosas? «¿Cómo podía el Papa rezar con hombres y mujeres que adoraban a un Dios diferente o a muchos dioses?».
La intención era que cada representante de su religión rezara a su manera y en su propio lugar, y solo entonces se reunieran, porque «Juan Pablo II tenía claro que esto no podía significar una oración común universal, porque eso habría sido un verdadero sincretismo y, por lo tanto, era imposible, no solo para él, sino también para los demás». El Papa Benedicto XVI expresó su opinión en una carta fechada el 4 de marzo de 2011 al pastor luterano Peter Beyerhaus: “En cualquier caso, haré todo lo posible para que sea imposible una interpretación sincrética o relativista del evento y quede claro que sigo creyendo y profesando lo que recordé a la Iglesia en mi carta ‘Dominus Jesus’”. Burke, escribió en 2011: Existen varios peligros que tal encuentro podría acarrear en cuanto a la comunicación mediática del evento, de los cuales, como es evidente, el pontífice es muy consciente. Los medios de comunicación dirán, incluso con solo las imágenes, que todas las religiones se han unido para pedir a Dios la paz. Un cristiano poco formado podría sacar de esto la conclusión, gravemente errónea, de que una religión es tan buena como cualquier otra y que Jesucristo es uno de los muchos mediadores de la salvación.
El individualismo religioso y el pluralismo multicultural, que son ipso facto relativistas, han creado un ambiente social caracterizado por una gran aversión y animosidad hacia las afirmaciones de verdad. La creencia de que todas las religiones son simplemente caminos diferentes hacia el mismo objetivo está muy extendida. Ya no debería existir ninguna religión que afirme poseer la verdad (supuestamente «alquilada»). Eleganti afirma que: «Lamentablemente, las declaraciones del Papa Francisco en el Catholic Junior College de Singapur el 13 de septiembre de 2024 van en esta dirección y, con el debido respeto al Papa, son objetivamente escandalosas». Una de las cosas que más me impresionó de ustedes, jóvenes, de ustedes aquí, es su capacidad para el diálogo interreligioso. Y eso es muy importante, porque cuando empiezan a argumentar: «Mi religión es más importante que la tuya…», «La mía es verdadera, la tuya no…», ¿adónde conduce eso? ¿Adónde…? [Alguien responde: «A la destrucción»]. Así es. Todas las religiones son un camino hacia Dios. Son —haré una comparación— como diferentes idiomas, diferentes modismos para llegar allí. Pero Dios es Dios para todos. Y porque Dios es Dios para todos, todos somos hijos de Dios. «¡Pero mi Dios es más importante que el tuyo!». ¿Es cierto? Solo hay un Dios, y nosotros, nuestras religiones, somos idiomas, caminos hacia Dios. Algunos son sijs, otros musulmanes, otros hindúes, otros cristianos, pero son caminos diferentes. ¿Entendido? .
Cuando los Padres hablaron de las semillas de la verdad que también existen entre los paganos, no se referían principalmente a sus religiones, sino sobre todo a su filosofía (griega) altamente desarrollada. Pensemos en filósofos antiguos como Platón y Aristóteles, o en maestros de sabiduría asiáticos como Confucio. Los Padres consideraban que las religiones paganas estaban inspiradas por los demonios. Su visión sobre esto se basa en la Sagrada Escritura: 1 Cor 10:20: “Lo que los paganos sacrifican, lo sacrifican a los demonios y no a Dios”. 1 Cor 10:20. “Todos los dioses de los paganos son demonios”. Sal 95(96):5. De esto, muchos Padres dedujeron que detrás de los cultos a los ídolos no solo se encontraba el error humano, sino un poder espiritual que oscurecía al verdadero Dios. Tomás de Aquino (siglo XIII) enseña que hay rastros de verdad en las religiones paganas (por ejemplo, el conocimiento natural de Dios), pero que estos han sido corrompidos o pervertidos por influencias demoníacas y errores humanos. Summa Theologiae , II-II, q.94, a.4: “Los demonios hicieron que las personas adoraran a las criaturas como si fueran divinas”.
El pasaje de la Declaración de Abu Dabi que se refiere a la pluralidad de religiones otorgada por Dios ha suscitado considerables críticas. Afirma: «El pluralismo y la diversidad de religión, color, género, etnia e idioma son una sabia voluntad divina con la que Dios creó a los seres humanos». Si se aplica esta frase al islam, queda claro de inmediato lo errónea que es. Pues el islam es, como él mismo admite, una religión anticristiana. El cristianismo y el islam no pueden coexistir, no solo en términos de la teoría de la verdad, sino también en la práctica. La Declaración de Abu Dabi promueve una especie de concepto secular del «Reino de Dios» que no se basa en la fe cristiana (renacimiento del Espíritu y del agua), sino en una hermandad ajena al islam, pero nutrida por raíces cristianas. El único que es Dios y que verdaderamente puede renovar el corazón humano desde dentro es Jesucristo y su Evangelio. La Declaración de Abu Dabi declara que todas las personas son hijos de Dios por pertenecer a la humanidad, mientras que el Evangelio de Juan vincula la filiación de Dios con la fe en Cristo y el bautismo (renacimiento del Espíritu y del agua; no por voluntad humana). Esto también se aplica al concepto de fraternidad universal ( Fratelli tutti , 3 de octubre de 2020).
«¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David!»
Buena lectura.
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