El Papa León XIV visitó ayer, en cierto sentido tomó posesión, de una de las zonas extraterritoriales más grandes de la Santa Sede, más de diez veces que la ciudad del Vaticano y que las villas de Castelgandolfo. No solo esto, se encuentra en una de las zonas residenciales más caras de Roma, al norte, limitando con la mítica zona envidiada por el famoseo de la Olgiata. El origen de esta propiedad es el campo de antenas de radio Vaticana. La emisora inicia su andadura en la Torre de León XIII en el Vaticano, en tiempos de Pío XI y se desarrolla con Pío XII. En su origen eran emisiones puntuales de comunicados del Papa, con el tiempo se hizo necesario ocupar todo el horario, con tiempos de oración y de música clásica, mucha de ella en directo. El espacio se hizo pequeño y se pensó, como en el caso de la Specola, en Castelgandolfo, se llegaron a comprar terrenos anejos a las villas con este fin, hoy con olivos, pero su ubicación no era la adecuada y así nació el inmenso campo de antenas de Santa María de Galeria, que toma el nombre de la localidad en la que se encuentra. Hoy es un campo más propio de los interesados en la arqueología industrial que en los medios actuales. La instalaciones son las mismas que inauguró Pío XII en el lejano 1957 y en 65 años han cambiado un poco las cosas.
La sala de transmisión está diseñada por el arquitecto Nervi y el Papa se sentó en la sala de control de las escasas, inútiles y costosísimas transmisiones de onda corta. El centro de radio fue inaugurado por el papa Pío XII en 1957. La última visita de un Papa data de 1991, por Juan Pablo II. El Papa dice que aprovechó la oportunidad para «salir un poco de la ciudad; hoy es la solemnidad del Corpus Christi, que celebraremos el domingo en San Giovanni in Laterano y luego en Santa Maria Maggiore con la procesión. Aprovechamos para venir aquí. No conocía este centro».
Con motivo de esta visita tenemos la primera entrevista, cortita, medida y de encargo, al Papa León XIV al canal uno de la televisión pública italiana. El Papa León renueva su llamamiento a la paz, especialmente en Oriente Medio, instando a la gente a deponer las armas y buscar el diálogo. «La situación es realmente preocupante. Día y noche intento seguir lo que ocurre en muchas partes del mundo». «Oriente Medio es el principal tema de conversación hoy, pero no se limita solo a allí. Como dije en la audiencia del miércoles, quiero renovar este llamamiento a la paz. Procuremos a toda costa evitar el uso de las armas y buscar el diálogo por la vía diplomática. Unámonos para buscar soluciones. Hay tantos inocentes muriendo y debemos promover siempre la paz».
El Centro de Radio Vaticano ha estado en el centro de una larga disputa legal sobre la emisión de ondas electromagnéticas. Hace un año, el Papa Francisco, mediante la carta apostólica Fratello sole, decidió transformarlo en una central agrovoltaica para la producción de electricidad limpia con paneles fotovoltaicos que permitirán al Estado de la Ciudad del Vaticano ser completamente autosuficiente. León XIv comentó este hecho: «Esto es, sin duda, lo que está en juego. Necesitamos completar los acuerdos con el Estado Italiano, pero es una oportunidad realmente hermosa, y creo que este compromiso de la Iglesia ofrece un ejemplo muy importante: todos conocemos los efectos del cambio climático y realmente debemos cuidar de toda la creación, como ha enseñado tan claramente el Papa Francisco». «No conocía este centro. Las antenas de Radio Vaticano están presentes desde la época del Papa Pío XII, y luego, con el Papa Francisco, el Vaticano inició un proyecto que esperamos que salga bien y que sea una verdadera contribución ecológica y también para el bien de toda Italia y del Vaticano en lo que respecta a un proyecto fotovoltaico». El Papa reconoció que siempre escuchaba Radio Vaticano. «En Latinoamérica, muchas veces, incluso en las montañas donde no había otra opción, de noche Radio Vaticano siempre llegaba».
En 2001, el entonces fiscal de Roma, Giovanni Ferrara, abrió una investigación por «lanzamiento peligroso de objetos» e «infracción de la normativa ambiental», asumiendo que las emisiones superaban los límites legales establecidos por la legislación italiana. Sin embargo, la cuestión jurisdiccional se convirtió rápidamente en un tema central: la Santa Sede alegó la extraterritorialidad del lugar, argumentando que el centro emisor no estaba sujeto a la legislación italiana. La controversia se convirtió así en un delicado caso diplomático y legal. En 2005, el Tribunal de Roma reconoció que no era posible proceder contra los responsables de Radio Vaticano precisamente debido a la particular situación jurídica de la zona. Sin embargo, mientras tanto, bajo la presión de la opinión pública y las instituciones italianas, la Santa Sede acordó reducir la intensidad de las emisiones y reubicar algunas emisiones. El acuerdo entre Radio Vaticano y el Ministerio de Medio Ambiente italiano de 2001 introdujo formas de monitoreo conjunto y un programa para adaptar las tecnologías utilizadas. El caso, aunque archivado a nivel penal, dejó profundas repercusiones en las relaciones con los ciudadanos de los municipios involucrados.
El próximo 23 de junio se presentará en exclusiva en el Vaticano el cuarto episodio de la quinta temporada de The Chosen , la exitosa serie basada en la vida de Jesucristo y los apóstoles. Será en la Sala Marconi, el elenco y los productores de “The Chosen” ofrecerán una conferencia de prensa. Jonathan Roumie, el actor que interpreta a Jesús, estará presente en la presentación de la quinta temporada, titulada «La Última Cena». También estarán presentes Dallas Jenkins, creador y director de la serie; Elizabeth Tabish, quien interpreta a María Magdalena; George Xanthis, quien interpreta a San Juan; y Vanessa Benavente, quien interpreta a la Virgen María. Hablarán sobre el estreno de dos largometrajes de The Chosen sobre la crucifixión y resurrección de Jesús. El episodio de la crucifixión se está filmando actualmente en Matera, Italia.
Dos volúmenes de Osvaldo Baldacci acompañan en la exploración histórica del cónclave y en la comprensión de la figura del Papa. El objetivo es «proporcionar herramientas ágiles para comprender cómo nace un nuevo Papa, comenzando por la muerte de su predecesor y llegando a comprender cómo se desarrollará la Iglesia del nuevo Pontífice. Todo ello, priorizando los datos históricos y a través de los aspectos curiosos que caracterizan un tipo de divulgación periodística que busca captar la atención del lector». Los títulos son sugerentes: «Cada muerte de un Papa. El Cónclave. La elección de un nombre. Curiosidades y el Papa León XIV. El Papa Americano». Cuenta con una parte histórica interesante, descubrimos que el Papa León XIV reinará durante su 267.º pontificado, pero no es el Papa número 267: de hecho, Benedicto IX fue Papa «regularmente» tres veces, renunciando dos veces y retomando el trono dos veces. Además, la historia antigua y medieval guarda muchas incertidumbres que la Iglesia continúa investigando y actualizando, modificando incluso la lista oficial de Papas, y en algunos casos incluso se eliminó a un Papa que en realidad nunca existió. No existe una lista oficial de santos papas, por lo que también existen incertidumbres y cambios. Solo a partir del año mil el papa cambia de nombre, pero esto no es obligatorio y señala que en las cifras oficiales abundan los errores, tanto que Juan XXIII no fue el vigésimo tercer papa llamado Juan ni Benedicto XVI el decimosexto. El segundo libro está dedicado al nuevo pontífice y la historia es la protagonista. Intenta reconstruir la biografía de Robert Prevost, No faltan los estudios sobre papas llamados León, muchos de los cuales inspiraron a León XIV, desde León Magno, cuya reliquia se conserva en su cruz pectoral, hasta León XIII. Los dos volúmenes aportan realmente elementos útiles para comprender mejor el nombramiento del nuevo Papa, enmarcándolo sin embargo en un proyecto más amplio, que parte de la continuidad de la historia de la Iglesia y se proyecta hacia el futuro.
El Papa Francisco ha fallecido y el fin de su vida parece coincidir con el cierre definitivo de un ciclo en la historia de la Iglesia, que se nos ha vendido como rico en novedades y primaveras inauditas. Ante el proyecto de pasar página, sutilmente tejido, no queda otra opción que la serena y resignada aceptación de la vuelta a la normalidad. No es fácil pasar página, los doce años del Papa Francisco están destinados al fracaso, pero sus gestos, sus hábitos, sus palabras y sus documentos han suspendido ritos y tradiciones centenarias. El Papa León XIV no lo tiene fácil y su prueba de fuego son sus nombramientos. Es compresible que en estos primeros días se encuentre con hechos consumados, más o menos, el Papa siempre los puede parar.
Ya tenemos algunos nombramientos y el 18 de junio, el obispo Joseph Strickland emitió una declaración pública criticando duramente el nombramiento del obispo Shane Mackinlay como arzobispo de Brisbane por el Papa León XIV. Califica el nombramiento como una fuente de «escándalo y división». Reitera la enseñanza definitiva de la Iglesia de que las Órdenes Sagradas, incluido el diaconado, no pueden conferirse a las mujeres. Y advierte que el obispo Mackinlay ha considerado públicamente esta idea prohibida, que alteraría fundamentalmente la estructura sacramental de la Iglesia. El obispo ascendido a arzobispo de Brisbane, no solo ha expresado su disposición a aceptar diaconisas, sino que ya ha colocado una estatua de una diosa hindú en su catedral. Strickland no es el único que expresa sus preocupaciones, pero es casi el único que las expresa abiertamente. El obispo Mackinlay no es un caso aislado y engrosa una creciente lista de obispos elevados bajo León XIV que desafían abiertamente la tradición católica. León XIV nombró al padre Beat Grogli, sacerdote que había expresado su apoyo a la ordenación de mujeres, para dirigir la diócesis de San Galo, Suiza.
El Papa Juan Pablo II afirmó en la Ordinatio Sacerdotalis que la Iglesia no tiene autoridad alguna para conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que esta decisión debe ser aceptada definitivamente por todos los fieles. El documento, aunque breve, deja claro que el carácter masculino del sacerdocio no se refiere a una preferencia disciplinaria, sino al depósito de la fe. Lo que los obispos de León sugieren ahora, bajo el pretexto de «estudio» o «diálogo», es que la Iglesia podría haber malinterpretado esto, o que no se aplica al diaconado, a pesar de que este forma parte del sacramento del Orden. Esto es una maniobra doctrinal. Una cuestión divisiva destinada a mover la ventana de Overton y esto está sucediendo a plena vista, con el respaldo papal y el poder episcopal. La semana pasada, la Diócesis de Tulsa anunció que suprimirá la Misa Tradicional, esto viene tras medidas similares en Charlotte y Detroit. Todos estos obispos actúan con confianza, sin vacilación, sin temor a la corrección papal. Strickland llama a orar por el arzobispo Mackinlay y por León XIV, para que defiendan la plenitud de la verdad católica.
En su virulento artículo publicado contra la figura y la espiritualidad eucarística del beato Carlo Acutis , el «no liturgista» Andrea Grillo lanza un ataque violento e inconexo, que parece más motivado por su represión y su deseo de despotricar que por un serio deseo de confrontación teológica. Sus palabras rezuman sarcasmo, desprecio y generalizaciones gratuitas, en un crescendo polémico que finalmente golpea no solo al joven beato que se dirige a los honores de los altares, sino a toda la devoción popular y la doctrina católica sobre la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Una vez más, muchos se preguntan cómo es posible que el Ateneo San Anselmo siga pagando el salario de un hereje que escupe veneno sobre quienes le pagan. La devoción eucarística de Carlo Acutis no es una patología espiritual, sino la expresión de un corazón enamorado de Jesús presente en la Eucaristía. Esto es, en el fondo, lo que molesta a Grillo: que un adolescente haya vivido con radicalidad y sencillez esa fe eucarística que una cierta pseudo «teología queer» ha puesto en un segundo plano, cuando no deliberadamente desmantelada. Lo más destacado del artículo es el contraste entre el «verdadero milagro» —la unidad eclesial— y los «falsos milagros» de la Eucaristía. Es legítimo empezar a hacerse preguntas serias en el Ateneo Pontificio de Sant’Anselmo , donde enseña Grillo . Allí trabaja el abad primado Jeremias Schröder, que ha sido llamado a visitar estos días la abadía de Heiligenkreuz. ¿Por qué no empezar a visitar San’Anselmo seriamente también ? ¿Por qué no revisar los presupuestos, los fondos y qué proyectos se apoyan realmente en nombre de la «reforma» y la «pastoralidad»?
Terminamos con la frescura de Chesterton que falleció durante la octava del Corpus Christi, el domingo posterior a la festividad tradicional. Rezaba con frecuencia el Introito de la misa de ese día: «El Señor se convirtió en mi protector y me sacó a un lugar amplio. Me salvó porque se complació en mí. Te amaré, oh Señor, mi fortaleza. El Señor es mi firmamento, mi refugio y mi libertador». El amor de Chesterton por la fiesta del Corpus Christi se profundizó durante la escritura de su célebre libro sobre Tomás de Aquino, durante el cual parece haber aprendido de memoria la secuencia del Corpus Christi del Doctor Angélico. Sus amigos recuerdan que recitaba las dos últimas estrofas una y otra vez: «Bone Pastor, panis vere, Jesu, nostri miserere, Tu nos pasce, nos tuere, Tu nos bona fac videre, In terra viventium. Tu, qui cuncta scis et vales, Qui nos pascis hic mortales, Tuos ibi commensales, Cohaeredes et sodales, Fac sanctorum civium. Amén». (Oh Buen Pastor, Pan Verdadero, oh Jesús, ten piedad de nosotros: aliméntanos y protégenos: haznos ver el bien en la tierra de los vivos. Tú que todo lo sabes y todo lo puedes, que aquí nos alimentas a los mortales, haz que seamos allí tus huéspedes, coherederos y compañeros de los ciudadanos celestiales. Amén)
Según amigos, repetía una y otra vez estas estrofas, «golpeando el brazo del sillón con el puño»: «¡Qué resumen del Cielo! La expresión exacta inversa de la jerga » entre los muertos». Ahí lo tienen: literalmente, la tierra de los vivos. Sí, amigos míos, veremos todo lo bueno en la tierra de los vivos». Chesterton también estaba fascinado con O Salutaris Hostia , también escrita por Tomás de Aquino para la festividad del Corpus Christi, sobre todo sus palabras finales: «in patria. Lo dice todo, nuestra patria». Para Chesterton la creencia en la Presencia Real en el Santísimo Sacramento era la piedra de toque de la verdad. «En cuanto a la transubstanciación, sugeriría con delicadeza que, para la mayoría de las personas comunes y corrientes con un poco de sentido común, habría una diferencia considerable entre que Jehová invadiera el universo y que Jesucristo entrara en la habitación». Chesterton confesó estar “asustado por esa tremenda Realidad”: «Debo contestar con claridad; y para quienes comparten mi fe, solo hay una respuesta. Cristo está en la tierra hoy; vivo en mil altares; y resuelve los problemas de la gente exactamente como lo hizo cuando estuvo en la tierra, en el sentido más común. Es decir, resuelve los problemas del número limitado de personas que eligen escucharlo por voluntad propia».
«Y si la luz que hay en ti es tinieblas, ¡qué grande será la oscuridad!»
Buena lectura.
I poveri secondo Leone e secondo Francesco