Cambios informativos en el primer viaje del Papa León XIV, Venezuela y el sínodo alemán, de pastor a pastora, los arco iris en la escuela, el vehículo de la esperanza, «Ite missa est».

Nuestra página Infovaticana ha resituado algunas cosas en su presentación, nuestra Specola aparece separada y pensamos que facilita su uso más ágil. Es interesante el servicio de traducción al inglés, francés, italiano, alemán y portugués. Empezamos con este 3 de diciembre, fiesta de San Francisco Javier.

Se ha concluido el primer viaje apostólico internacional de León XIV, un itinerario que se prolongó del 27 de noviembre al 2 de diciembre de 2025, articulado en torno a un objetivo simbólico e histórico preciso: conmemorar el 1700º aniversario del Concilio de Nicea I.  Este viaje incorporó una novedad metodológica en la relación entre el pontificado y la prensa: durante el vuelo hacia el Líbano el 30 de noviembre, el Papa se dirigió a la parte posterior del avión para saludar a los invitados y respondió anticipadamente a dos preguntas formuladas por cronistas turcos, rompiendo la práctica instaurada por Papa Francisco, que preveía la conferencia de prensa solo en el vuelo de regreso y al término del viaje apostólico. Los vaticanistas están habituados al modelo reciente, en el que el Papa Francisco controlaba tiempos, mensajes y encuadres con un método altamente centralizado y preventivo, orientado a una comunicación construida para dirigir la interpretación de los hechos.

La primera rueda de prensa de León XIV en el avión es un manifiesto para la prensa, acostumbrada en los últimos años a declaraciones como «Eres un maricón», «Están ladrando a las puertas de Rusia», «Si ofendes a mi madre, te daré un puñetazo», «Lo que pasó en el Cónclave fue…».  Ya es positivo que el Papa León cambie de tono y sitúe el papado a un espacio de prudencia, espiritualidad y cortesía.  La prensa internacional acogió el viaje con una atención sorprendentemente fría , a veces distraída , lejos de la implicación que ha acompañado habitualmente las apariciones públicas del Papa durante los últimos trece años.  La repuesta a la invitación del imán a unirse a la oración fue un «No, gracias» : una respuesta directa , sin matices polémicos, seguida de la decisión explícita de continuar la visita al lugar de culto musulmán . Esa negativa serena y contextualizada no indica clausura, sino coherencia eclesiológica y respeto interreligioso. En la tradición islámica, la oración de un no musulmán en una mezquita puede percibirse como un gesto inapropiado o explotador , incluso como una parodia involuntaria de lo sagrado.

La prensa internacional eligió en gran medida una cobertura mediática mínima , decididamente menor que la reservada para las declaraciones del Papa Francisco, con quien muchos corresponsales habían construido una relación económicamente rentable y emocionalmente gratificante.  Un número cada vez mayor de periodistas deciden no volar más, no solo por un clima interno sofocante , sino también por un modelo operativo que tiene poco que ver con el periodismo y mucho con la logística prefabricada . Los viajes durante los viajes apostólicos se realizan en grupos , en minibuses organizados por la Santa Sede , y las pernoctaciones se realizan en hoteles de lujo afiliados.  La cobertura a menudo se reduce a una copia editorial —un copia y pega de la información publicada por la Oficina de Prensa del Vaticano— , lo que produce una historia carente de emoción e incapaz de ofrecer una lectura genuina de los hechos. León XIV trastocó las normas establecidas de los vaticanistas, acostumbrados durante años a los chismes del papa Francisco, desde sus confidencias políticas improvisadas hasta la aceptación de frases de bar, desde el controvertido pasaje sobre homosexuales en el vuelo apostólico hasta el famoso «si ofendes a mi madre, te doy un puñetazo».  Parece que el  Papa cierra el telón a los chismes y reabre el escenario de lo que el Sucesor de Pedro siempre ha sido —y lo que muchos periodistas querían que olvidáramos— un hombre de oración, paternidad espiritual y confirmación en la fe.

El tema de Venezuela no es menor y ha tenido repercusión en los medios. Parece que al fin alguien se está tomando en serio el desastre de Venezuela, lo de Cuba y ano interesa ni a los cubanos. El Papa León sobre la crisis en Venezuela prefiere que Estados Unidos privilegie la presión económica y el diálogo, y a dejar como última instancia cualquier opción militar. Esto apunta un contraste con el trato que  el Papa Francisco había dado al gobierno de Nicolás Maduro, al que consideró en su momento un presidente legítimo y recibió en varias ocasiones en el Vaticano en términos muy cordiales. “Es mejor buscar maneras de diálogo, quizás presión, incluso presión económica, pero buscando otra manera para cambiar, si es lo que decide hacer Estados Unidos”. León XIV se muestra más dispuesto a endurecer la postura internacional hacia Caracas, aunque sin avalar acciones bélicas.  La prioridad es “el bien del pueblo”, y confirmó que la Iglesia trabaja, a través de la Conferencia Episcopal y la nunciatura, para “calmar la situación”. León XIV aparece como un giro en la diplomacia vaticana: más crítica con el régimen, más proclive a la presión internacional, pero sin romper con la doctrina pacifista, diferenciándose así de la línea dialoguista y de reconocimiento político que caracterizó al papa Francisco en sus reuniones con Maduro.

Otro tema importante es el proyecto de reforma alemán, el Camino Sinodal, ha sido motivo de debate con Roma durante años. Los obispos alemanes y la Curia Romana mantienen conversaciones periódicas. Reconoce que, para muchos católicos en Alemania, ciertos aspectos del proyecto de reforma, tal como se ha estructurado hasta ahora, no reflejan «su propia esperanza para la Iglesia ni su propia forma de vivir como Iglesia».  El Papa León advirtió que no se debe silenciar la voz de quienes tienen más poder, ni tampoco la de quienes, aunque sean muy numerosos, no tienen un lugar donde hacerse oír y participar en la Iglesia. «El hecho de que la sinodalidad se practique de cierta manera en un lugar y de forma diferente en otro no implica que surjan divisiones o rupturas. Creo que es muy importante recordarlo».  « Existen grandes similitudes, pero también algunas claras diferencias, entre cómo se avanzó el Camino Sinodal en Alemania y cómo podría continuarse mejor en la Iglesia universal».  Se refirió al diálogo en curso entre un grupo de obispos alemanes y cardenales de la Curia Romana , diálogo en el que él mismo participó como cardenal. Existe un proceso continuo, afirmó el Papa, «para garantizar que el Camino Sinodal Alemán no se desvíe de lo que debe considerarse el camino de la Iglesia universal».  «Estoy seguro de que continuará. Espero que se hagan ajustes por ambas partes en Alemania, pero tengo mucha esperanza de que todo salga bien».