Un jesuita que parece sensato sobre abusos de sus hermanos

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Que hay que reconocer que en España han sido escasos. Al menos hasta el momento. Y quiera Dios que siga así.

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En mis tiempos de colegial jamás oí hablar de algo semejante. Y en el Colegio tuvimos, estando yo, a José Luis Martín Vigil. Pues lo que sucedió, o sucediera, fue después. Allí eran los días gloriosos para él, de La vida sale al encuentro. En la que ni un atisbo.

No voy a repetir lo que ya he publicado sobre Martín Vigil. Eso es ya un pasado lejanísimo. Que creo que la Compañía cortó, como debía, en su momento. El problema está en el hoy. Cuando en España se mueren. Gracias a Dios no en Sodoma pero sí  en un cementerio.

La carta podrá estar bien. No la he leído porque la verdad es que ya no me interesa nada de la actual Compañía en la que todo me parece malo y agónico. Pero por titulares, vale.

Posiblemente el actual provincial de España, único cuando antes había cinco o seis provinciales,  no sea el que apague la luz definitivamente de Loyola y de Javier. La de Manresa hasta es posible que sea él. Pero dos o tres más como mucho y ya no quedará aquí ni un jesuita. O siete ancianos esperando su final. En la tierra de Ignacio, Javier, Borja, Laínez Salmerón,  Alonso Rodríguez, Rubio, Arnáiz, Tarín, Gárate, García Nieto… ¡Vaya éxito!

Yo evidentemente ya no lo veré. Pero bastantes de mis lectores seguro que sí. ¿Y a nadie se le cae la cara de vergüenza? Seguramente cuando acabes tu provincialato quedarán en España 600 jesuitas de los que casi cuatrocientos estarán ya con andadores y dodotis. ¿Y tienes los santos cataplines de escribirles cartas? ¿Qué casi ninguno las va a leer? Unos ya por incapacidad retinal, otros por no querer anticipar el infarto ante el fracaso absoluto de sus vidas y sus ilusiones, otros porque el provincial les toca los perendengues y como si viene a decir que los Ejercicios de San Ignacio los hubiera escrito aquel Ignacio tan raro al que hoy ya no entendería nadie. Y menos que nadie los jesuitas.

Pues… Me ahorro el pues. Seguro que bastantes lectores me lo entienden.