Quince años de la muerte de Don Marcelo

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Se cumplirán pasado mañana, domingo 25 de agosto. Su fidelísimo secretario, Don Santiago Calvo, no voy a decir que se encarga de mantener su recuerdo, porque la figura inmensa de Don Marcelo, es recordada con admiración por muchos, y siempre le recordará la historia, pero sí de que cada año un obispo de los que le trataron aporte un texto conmemorativo. Allegan facetas, inéditas o no, de su persona que  enriquecen el recuerdo y la biografía. Este año cumple ese cometido el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, que recuerda los días asturicenses de Don Marcelo y los suyos.

https://www.revistaecclesia.com/memoria-agradecida-marcelo-gonzalez-martin-por-el-arzobispo-de-santiago-de-compostela-julian-barrio-barrio/

Me asocio, un año más, a la conmemoración de esa gloria grande de la Iglesia que fue en días también complicados una suerte para la Iglesia y para España. Y ciertamente para Toledo diócesis a la que dotó de un seminario sin parangón en Europa. Rebosante de seminaristas cuando todos se vaciaban y modelo de extraordinaria formación para los futuros sacerdotes en contraposición con lo que se enseñaba en otros que, precisamente por eso, no tenían alumnos.

También fue una suerte para Don Santiago Calvo que le marco de tal modo que hoy es la memoria viva del cardenal y el organizador y divulgado de su archivo. Y también la tuvo Don Marcelo con tan entregado Secretario que le acompañó tantos años y continúa hoy recordándonos su persona.

Y hasta yo, que no pìnto nada en esta historia. O sí. Algo aunque sea muy poco. Porque me distinguió con un afecto inmerecido por mi parte. Hasta casi los últimos momentos de su vida. Alguien podrá pensar que estoy tirándome un pegote y presumiendo de lo que no existió. Cuando regrese  Madrid, aquí no tengo el tarjetón, transcribiré el texto del mismo y enviaré una copia a Don Santiago Calvo porque, al ser manuscrito, seguro que no consta en su archivo. Desde entonces, hasta que, ya en su último o penúltimo año, apoyado en mi brazo y en un bastón, fue desde el patio de armas de la Academia de Infantería  hasta el lugar del desfile, guardo de él memoria emocionada