Se les va un enemigo. Y un cura que se casa pierde todo protagonismo en la Iglesia, al menos hasta el momento, salvo que se enrolen en el rompimiento extraeclesial.
Sus saberes sobre sectas, los que sean, al no tener eco en medios eclesiales no le servirán para nada o para muy poco. .
La mención del artículo a mi persona tiene escaso valor. Dije en el artículo que se menciona que me lo encontré en una ocasión, no creo que llegaran a dos, y la conversación no debió superar un minuto. Tenía de él un buen concepto simplemente por su oposición a las sectas, tema en el que no le leía más qu los titulares. E ignoraba su concepto sobre el Yunque. El mío, sin saber de sus interioridades pues nunca pertenecí a él, lo conocen de sobra mis lectores habituales pues lo he manifestado repetidas veces. Los presuntos miembros de Yunque que conozco, unos cuantos, de los cuales sólo uno me manifestó su pertenencia, pienso que tanto ellos como yo la damos tácitamente por admitida, y, en el fuero externo, del otro no soy quien para meterme, me parecen muy buenos católicos y las empresas públicas que llevan a cabo las aplaudo con entusiasmo.
Pues, dicho esto, sólo me cabe manifestar que un sacerdote que abandona, aunque sea por un amor, en el que no debió entrar, no me parece un buen sacerdote. Lo que no quiere decir que, una vez recibida la secularización no pueda ser un excelente seglar, como así se lo deseo. De él dependerá. Y no de su posición ante Yunque.
http://laopinionlibre.com/2019/08/el-cura-que-llamo-diabolico-al-yunque-abandona-el-sacerdocio/