El nuevo prelado del Opus Dei

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Nada que objetar a la fotografía. Va dignísimo, como debe. Hasta con casulla de guitarra. Tampoco tengo nada contra las góticas que también me parecen dignísimas.

Lo único que me extraña es que en una celebración ad intra vaya tan puesto, como debe, y para ir a visitar al Papa tan de trapillo.

Y no intentéis sacar manteca de donde no la hay. Porque no la hay.

Aunque también es posible que haya querido marcar la diferencia de presentarse ante Dios o ante un hombre. Dicen que en el Opus miran mucho esas cosas. Vayan ustedes a saber.