En veinticuatro horas ha fallecido Lehman y Errázuriz y Lacunza han tenido que ser operados o atendidos de urgencia en Roma.
Al muerto sólo cabe pedir la misericordia de Dios para su alma. Yo lo he hecho públicamente.
A los otros dos oraciones para que Él disponga lo que más les conviene en su infinita sabiduría y bondad. Lo que decida naturalmente me parece bien. No tengo el menor interés personal en que se queden o se vayan. Aunque me gusten poco. Eso es cosa de Dios.
Tampoco les pongo al nivel de Lehman, en mi opinión, que sólo es eso, mi opinión, pésimo. Pero tenía una personalidad que las mediocridades chilena y panameño-española ni se le aproximan.
Pues, eso. Encomendadles a Dios.