Este mentecato, de mirada que no voy a calificar pero que le retrata, sigue manifestándose como obispo absolutamente volcado con una parte de su grey en desprecio de la otra que se habrá sentido una vez más vejada por las opiniones políticas de un obispo estrafalario.
Uno piensa que el Gobierno español no está llevando bien esta gravísima crisis que le ha estallado en las narices después de habérsela buscado a conciencia e imprudencia. Pero lo que yo pienso tiene escasísima importancia y quiera Dios que el Gobierno esté acertado aunque a mí no me lo parezca. Y que todo se resuelva en una mayor o menor normalidad.
No quiero entrar en política y menos en cuestiones jurídicas. Habrá quien piense, tal vez con razón, que estamos ante una libre expresión del pensamiento que la Constitución garantiza. Pero pienso también que los obispos se deberían contener en todo lo que no sea proclamación del Evangelio. Novell se ha apresurado a calificar de no justa la actuación de los tribunales. Lo que me parece una enorme extralimitación.
Creo que lo menos que se le puede pedir al Gobierno de España es una firme protesta ante el Vaticano por las declaraciones políticas de este obispo. Otra cosa es que eso vaya a tener éxito. Pero ello ya excede de la potestad del Gobierno aunque supongo que algunas bazas tendrá para hacer valer su protesta. Yo estoy mucho más con la Iglesia que con cualquier Gobierno de España. Pero no veo la menor eclesialidad en la actitud de Novell. Entregado a los que, de triunfar, arruinarían a Cataluña y perseguirían a la Iglesia. Pues ya me dirán como cabe calificar a alguien así.
Pues ahí tenéis a Novell. Y con mitra y báculo:
https://www.youtube.com/watch?v=tPwIxeACHT4&feature=youtu.be