
Maurice Vaussard: Histoire de l’Italie contemporaine (1870-1946). Hachette, París, 1950, 352pgs.
Los españoles sabemos poquísimo de la historia contemporánea de Italia. Yo entre ellos. Algo de la unificación, concluida en 1870, y poco y parcial de Mussolini. Me refiero a los españoles de hoy porque quienes vivieron con conciencia la década 1935-1945 seguramente supieron más del personaje y no me cabe duda de que de modo también parcial.
Hace bastantes años, no recuerdo cuando, en alguna librería de lance, frecuenté muchas, me encontré con este libro y lo adquirí. Y pasó a esa inmensa cantidad de libros que están a la espera de que encuentre tiempo y ganas de meterme con ellos. Ahora, ante mis enormes carencias de conocimiento sobre la Italia contemporánea, me metí con él y me entusiasmó. Tres cuartos de siglo de Italia expuestos en una síntesis magistral y suficientísima para conocer lo que fue aquello. Uno de esos libros que verdaderamente se agradece su lectura.
Estoy seguro de que hoy se conocen muchísimos más datos de los que dispuso Vaussard cuando escribió su historia. Pero no es este un libro de investigación de sucesos sino una exposición en mi opinión extraordinaria de una época y sus protagonistas. Como visión general. Para detalles o ampliaciones hay que recurrir a otras fuentes mucho más extensas y especializadas. Pero no es eso lo que necesitamos quienes queremos saber algo de una época y de sus protagonistas. Para una cultura media que creo que sobre Italia tienen poquísimos españoles. Y contada por un observador extranjero nada beligerante en lo que narra.
Me sonaba vagamente el nombre de Vaussard pero no había leído nada de él. Creo que estuvo en los aledaños de la Action Française, línea Bainville o Massis, pero no me suena como figura de la misma. Tendría que preguntárselo a Estanislao Cantero que hoy es en España el gran conocedor de aquel importante movimiento desde su mucho saber y limitado entusiasmo. Y ese ha sido el mérito de Vaussard. Exponer la historia de la nación vecina cum studio y sine ira. Tal vez porque Italia, volcada en el Eje, no supuso para Francia el menor problema. Los afanes bélicos de Mussolini apenas rebasaron unos metros la frontera y hubo que llegar enseguida a un armisticio. La “guerra fascista” fue un fracaso total en todas sus fronteras. Y la causa del hundimiento del Fascismo que algunos años había entusiasmado a muchos italianos. Seducidos por un hombre que valía poco. Tenía mucha más fachada que fondo.
Cavour fue un prolegómeno y el gran político italiano aunque uno tenga no pocas reservas sobre él. Los sucesores: Depretis, Crispi, Giolitti, Sturdzo… personajes importantes pero de segunda fila. Mussolini fue otra cosa pero el responsable de una gran tragedia. Embarcó a Italia en lo que la nación no era capaz. Tuvo su momento de gloria tras Abisinia y ahí concluyó todo. Hasta desmoronarse su sueño fascista. En el que igual ni creía. Él era sobre todo mussoliniano.
Todo está relatado por Vaussard sucinta pero suficientemente. Franco y Serrano Súñer naturalmente son mencionados. Y es indudable el apoyo de Mussolini a la causa nacional. También sin la menor acritud. La monarquía de Saboya, que unificó Italia tampoco es protagonista aunque ahí está. Víctor Manuel II sobrevivió poco a su gloria. Su hijo, Umberto I fue asesinado. Su nieto Víctor Manuel III, de tortuosa trayectoria, obligado a abdicar. Y Umberto II tras brevísimo reinado, expulsado con la proclamación de la República. No voy a decir que fueran una dinastía maldita de Dios. Pero como si lo hubieran sido.
Si algún lector, interesado por el tema, se pudiera hacer con el libro, es posible que exista versión italiana y hasta española, aunque tal vez en aquellos años en nuestra patria no fuera bien visto un texto crítico con el Duce, le recomiendo vivamente su lectura. Porque aquello pasó, más o menos, así.