Y pienso que no les falta razón.
A mí me gustaba más la sencillez anterior que el barroquismo de la reforma pero los gustos son personales y no tengo la menor pretensión de imponerle los míos a nadie. Siempre que no se trate de profanaciones, sacrilegios o simples espantos. Lo de la columna ya es más grave.
Yo no soy aragonés. Mi himno es otro. Pero canta también al Pilar: «Firme y segura como aquella columna que te entregó la madre de Jesús».
Y el aragonés.: «Este pueblo que te adora, de tu amor favor implora y te aclama y te bendice, abrazado a tu Pilar». No a un pilar cualquiera. Al tuyo. Al que nos dejó la Madre de Jesús.
Por eso, con el Pilar, pocas bromas.
Hemos pasado del «Aquí se venera y besa el Pilar puesto por la Virgen» a «Aquí se venera y besa el Pilar».
Pues no suena lo mismo. A mí me suena peor.
Y sonando bien, muy bien, os dejo dos hermosos himnos. El de la Virgen del Pilar y el de Santiago: Escuchadlos. Cantadlos. Rezadlos.