En varias ocasiones me ocupé de él. Era un cura independentista pero con sus neuronas, o neurona, pues cabe que sea única, si cabe más averiadas. Su antiespañolismo canario le llevaba a vestir de amarillo, oficiar de ese color y dat muestras permanentes de estar más «pa allá que pa acá». Y su obispo disimulándole siempre.
Ahora, ese pobre enfermo, que debía estar apartado del sacerdocio, desde hace muchos años, con motivo del horrible asesinato de dos niñas canarias por su padre, se ha descolgado con unas absurdas declaraciones culpabilizando a la madre del espantoso infanticidio,
Y como es sacerdote, carnaza contra la Iglesia.
A ver si los obispos aprenden de una vez que sacerdotes con graves problemas mentales, morales, políticos, sexuales…. antes o después terminan montándola con escándalo añadido.
Situaciones así cuanto antes se corten, mejor.